Escribe: Lic. Alfredo Koncurat
Grupo Costa
Muchos son los desafíos que quedan por delante, los problemas que muestra el país en la actual etapa de crecimiento económico ya son significativamente diferentes a los acaecidos una década atrás.
En un principio, torcer la matriz histórica de un país con recurrentes recaídas en baches financieros especulativos, necesariamente implicó tocar intereses corporativos consolidados.
Con seguridad el desafío sea ahora mayor. Tras el impulso inicial el país necesita de una madurez social que nunca mostró a lo largo de su historia.
En materia económica, la sintonía fina que anunció la presidenta Cristina Fernández de Kirchner incluye ser más competitivos en todos los sectores, pero sobre todo intenta lograr un mayor compromiso social en todos los estratos: zapateros a sus zapatos, mayor inversión y menos especulación.
A pesar de los yerros continuamente marcados principalmente por sus formas, el país ha transitado en estos últimos años por la senda más notoria de su historia.
Desendeudamiento externo, crecimiento continuo, reactivación industrial, alta tasa de actividad con brusca caída del desempleo, y hasta una importante reducción de la pobreza, según lo indica en su último informe la CEPAL.
Muchos dirán que los factores externos ayudaron. ¡Y cómo! Es indudable que el viento de cola catapultó al país en muchos sentidos. Los altos valores de los commodities en el mundo han exponenciado la renta agraria, y con ella se revitalizó todo el flujo económico nacional.
Sobre estas bases que podemos compartir o no, ahora se planifica. A pesar de la coyuntura que muestra un primer mundo al borde del precipicio, ahora en Argentina se planea. La fecha marcada es 2020. Para entonces, el Plan Estratégico Alimentario y Agroindustrial deberá mostrar sus frutos. El mientras tanto es el motivo de preocupación.
El desafío es mayúsculo, la etapa de “sintonía fina” desestructurando inconsistencias del modelo llevará nuevamente a afectar intereses de diferente manera.
Quita de subsidios, retención de divisas, contención a las importaciones... Indudablemente las últimas medidas de corrección macroeconómica afectan a muchos.
La implosión de la economía europea es cuestión de tiempo. Con qué ímpetu nos llegará el cimbronazo dependerá de muchos factores. ¿Estará preparada Argentina para lo que viene?
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