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Jesús Chirino (centro) junto a Osvaldo Bayer (derecha), durante una conferencia - El historiador, periodista y escritor Osvaldo Bayer |
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Escribe: Jesús Chirino
Osvaldo Bayer es un hombre de innegable coherencia a lo largo de una extensa vida intelectual en la que ha generado una importante y comprometida obra. Hablé con él porque se han producido novedades en el juicio que le iniciaran a raíz de un documental histórico-educativo que analiza la llamada Campaña del Desierto de Julio Argentino Roca.
El juicio y el documental
Será que algunos vencedores no quieren que se vea la trama de las falsas banderas que han levantado por décadas. Quizás eso los ha molestado cuando, a partir de una investigación científica liderada por Osvaldo Bayer, el documental "Awka liwen" ("Rebelde amanecer", en mapuche) deja al desnudo algunas falsedades analizando la historia de la tenencia y posesión de la tierra en nuestro país a partir del despojo al que han sido sometidos los pueblos originarios y el gaucho.
Integrantes de la familia Martínez de Hoz se molestaron y los tataranietos de José Toribio Martínez de Hoz, fundador de la Sociedad Rural Argentina en 1866, le iniciaron juicio al historiador, periodista y escritor reclamándole una millonaria indemnización porque, según ellos, se ha difamado a su familia. La demanda también va en contra del codirector del documental Mariano Aiello y el historiador Felipe Pigna que colaboró en la obra. El reclamo fue entablado por el estudio de José Alfredo Martínez de Hoz y Alejandro Martínez de Hoz, nietos de quien, entre 1976 y 1981, fuera ministro de economía de la dictadura cívico-militar en nuestro país.
El documental fue presentado en 2009 y en él pueden verse las imágenes de una filmación de 1929 en la cual uno de los Martínez de Hoz, estanciero, corretea entre varias vacas con los brazos abiertos como diciendo todo esto me pertenece. En el documental también queda en claro que los estancieros de la Sociedad Rural ofrecieron apoyo para "liberar esas enormes llanuras a la producción". Luego, basándose en la Ley Avellaneda se repartieron tierras entre una minoría de familias relacionadas con el poder, entre ellas la de José Toribio Martínez de Hoz a la que le "tocaron" 2.500.000 hectáreas. Así se convirtieron en grandes terratenientes pagando sumas mínimas por esas tierras fiscales que supuestamente debían estar destinadas al establecimiento de colonos y pequeños propietarios que emigraban desde Europa. Esa cruel operación se erigió sobre el exterminio de poblaciones originarias, aunque muchas veces se contó como una gran obra de la civilización.
En "Awka liwen" se habla del racismo contra el indígena y el criollo, concepción que actuó como coartada para despojar a los pueblos originarios de su tierra. En nuestro país donde han podido convivir con bastante armonía distintas culturas, los pobladores originarios han sido negados como pueblos y denostadas sus culturas. En relación a la Campaña del Desierto hay una versión histórica repetida por años que la presenta como una gran gesta patriótica, tratando de pintar como heroica aquella gran matanza. En el documental esa versión queda desmontada y, citando documentación, salen a la luz elementos que permiten el análisis acerca de la tenencia de la tierra en la Argentina hasta el presente.
Esperamos un triunfo
No es la primera vez que Bayer tiene problemas por escribir y decir la verdad. Por publicar trabajos de historia ha sufrido la cárcel, le han prohibido libros y ahora le hacen un juicio pidiéndole una indemnización. Los Martínez de Hoz dicen que no es un familiar suyo el que salta entre las vacas, pero el material ha sido obtenido en el Archivo Histórico Nacional y estaba debidamente rotulado en una caja con material donado por la propia familia. También sostienen que José Martínez de Hoz no participó de la Campaña del Desierto porque había muerto para entonces, ignorando que la misma había empezado antes y que hay documentación del ofrecimiento de la Sociedad Rural presidida por su antepasado.
Le pregunto a Bayer si se ha producido alguna novedad en esta insólita causa judicial y me dice:
- Sí, la novedad es que ha pasado a la Cámara de Apelaciones así que esperamos muy pronto el veredicto. Siempre tenemos confianza y que se haga verdadera justicia porque hemos presentado toda la documentación científicamente histórica sobre lo que hemos sostenido en la película. Así que esperamos realmente un verdadero triunfo.
Antepasados de los Martínez de Hoz
Comento acerca de las innumerables muestras de solidaridad que han tenido con él a partir de la acusación de los Martínez de Hoz. El historiador dice:
- Sí, mucha adhesión. Todas las organizaciones de derechos humanos, de sindicatos, organizaciones culturales, nos han dado su apoyo, ha sido muy hermoso. La única dificultad es que hay jueces de la dictadura. En primera instancia nos toca un juez de la dictadura, lo dice él con orgullo, se llama Ibarra de apellido. Y más allá que nos ha puesto bastante problemas, presentamos todo. Y también en la Cámara de Apelaciones hay dos jueces nombrados por la dictadura y una fiscal también que viene del tiempo de Onganía. Parece mentira que los gobiernos democráticos de la Argentina no han sido capaces de terminar con jueces de la dictadura. La Justicia es la base de la democracia.
Quizás la existencia de esos jueces ha despertado alguna esperanza en quienes no han querido confrontar en el terreno científico de la historia.
Le pregunto ¿por qué han iniciado este juicio? Con su habitual afable tono de voz Bayer responde:
- No sé por qué han hecho esta presentación, además lo único que piden es dinero. Ellos tendrían que avergonzarse de llevar ese apellido que ha sido manchado por siempre por el ministro de Economía de la dictadura de Videla. Bueno, pero dicen que nosotros hemos herido la dignidad de la familia Martínez de Hoz. Esa dignidad ha quedado pisoteada y herida para siempre por su abuelo, no por nosotros. Además por el primer Martínez de Hoz que pisó las Provincias Unidas del Río de la Plata, en el virreinato, que fue mercader de esclavos nada menos. Después otro Martínez de Hoz que fue vocal en el Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810 y votó a favor del virrey Cisnero… Después el otro Martínez de Hoz, José Toribio, que ha sido el fundador de la Sociedad Rural, nada menos, en su primer acta firma diciendo que le va entregar 1.500 caballos al Ejército y otro material bélico para arrojar definitivamente a los salvajes más allá del río Negro. Todo esto va a culminar con el Martínez de Hoz ministro de Economía de la dictadura de la desaparición de personas. Creo que está todo dicho, pero a pesar de eso dicen que nosotros herimos la dignidad de la familia por traer la verdad sobre el reparto de tierras de la campaña de Roca.
Situación actual
¿Pero, qué pasó con el documental luego de la denuncia? ¿Cómo ha sido la respuesta de la gente?
- Enorme, realmente ha sido un gran beneficio cuando apareció la noticia de que nos había iniciado juicio la familia Martínez de Hoz. Fue una gran difusión y a mí me han invitado diez veces más con la película y con la conferencia que doy. Y cuando se hace el debate es muy positiva la reacción de la gente.
Por último le pido que nos deje una reflexión acerca de la situación que viven actualmente los pueblos originarios. La respuesta es clara, sin vueltas.
- Se sigue haciendo exactamente la misma política. Eso tengo que decirlo, no se les ha reconocido ningún derecho, no se les reconocen las tierras originarias. Lo que ha pasado en Formosa, lo que ha pasado en Santiago del Estero, lo que ha pasado en Salta, no tiene nombre. Lo que pasó en Formosa, la Presidencia tendría que haber intervenido la provincia de Formosa, porque no se puede atacar así a toda una población indígena de esa manera y quitarles mil trescientas hectáreas para dárselas a un particular amigo del gobernador Insfran y la otra mitad a la Universidad de Formosa. Es una barbaridad, además con la muerte y el apaleo de la gente. Pero no ha habido absolutamente ninguna reacción por parte del Gobierno nacional, yo creo que el Congreso debe reaccionar y darle la propiedad definitiva a los pueblos que habitan desde hace siglos esas tierras comunitarias.
Lo escucho y no puedo sino acordar con lo que plantea
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