Pedro Aznar actuó este sábado en la Sala de las Américas del Pabellón Argentina de la Ciudad Universitaria para presentar "A solas con el mundo", último trabajo y muy premiado.
Contar lo que se vive cuando él está en el escenario resulta difícil, como los que llenaron la sala y vieron un show de esos que se recuerdan siempre.

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El telón se abre y el humo y las luces ya juegan su papel importante. Una silla, la guitarra y él es necesario para que la noche sea completa. Apenas se termina de abrir todo el telón, “Fugu” suena y el baila y toca la guitarra como pocos.
El llegaba para presentar su último CD que logró el Premio Gardel al mejor álbum de autor e ingeniería de sonido. Así en la noche fue regalando uno a uno sus temas “nuevos”, más allá de que sean canciones de otros autores como los éxitos de siempre. “Amelia”, “Tema del ángel” fueron los primeros dos de su último CD, para que luego contara como alguien con todo el poder y lujos sufre en “El rey lloró”. Mezcló temas de sus anteriores trabajos como Quebrado y en los que se puede escuchar buena música, como “Muriendo por vivir” de su CD junto a David Lebón.
“Amor de juventud”, fue la previa a la charla que tuvo con el público y la presentación de tres temas que salen en marzo en su próximo CD. “Es lindo cantar con ustedes las personas más lindas del mundo, con un premio y cerrar con ustedes que son lo más grande que hay” comentó desde arriba del escenario.
“Panteras de Polvo”, “Quiero decirte que sí”, “Rencor” fueron la presentación antes de un momento emotivo. “Hace ya 20 años que nos juntamos con dos amigos a hacer un disco, y uno de ellos mientras buscábamos en el repertorio, me mostró este tema que le había hecho a su hija y hoy esta peleando por su vida. Ese amigo es Gustavo Cerati y esta canción es para él” contó antes de que sonara “Lisa”.
“Romance de la luna tucumana”, “Soledad, Jujuy 1941”, “Si llega a ser tucumana” llevaron consigo homenajes implícitos a Atahualpa y Mercedes Sosa. “Muñequitos de papel” y “Media Verónica” de Calamaro, continuaron con una lista que era cada vez más aplaudida por todos.
De la misma manera que toca la guitarra lo hace con el bajo -perfectamente- la melódica y el piano. Ojo, quiero decir que es virtuoso para cada instrumento que se le pone enfrente y eso lo hace aún más grande de lo que es. Al igual que en los temas, él solo sabe sacar lo mejor de cada uno y hasta embellecerlo más que el original. Por eso no sorprende que lo haga con “Vos sos mi a amor” (The one I love) de David Gray, o con “Calling you” de Bob Telson.
“Quebrado”, “Lina de Luto”, antes del homenaje a Violeta Parra y pedir que “cantemos juntos, sobre el sufrimiento de los mineros” con “Y arriba quemando el sol”, “Tan alta que esta la luna”, fueron los supuestos últimos temas. Pero el pedido no se hizo esperar y así con el humo, y las luces que lo envolvían volvió para cantar “While my guitar gently weeps” de George Harrison en una versión que es para sacarse el sombrero, y terminar al igual que su CD con “Todo amor que exista en la vida”.
Esto puede parecer una mera enumeración de temas. Pero en realidad es poder recordar al hacer la nota los temas que regaló Pedro en la noche del sábado. Aunque usted se debe estar asustando, pero no se alarme. “A primera vista” la cantó, mediando el recital. Fue hermoso y hasta inigualable, “esta es la última vez que vamos a tocarla por un tiempito, es que hay que dejar descansar las canciones a veces para que no se conviertan en peor” entre risas y el oh! generalizado. El tema fue a medias con el público, un coro que se hizo presente de improviso.
Ahí se cierra el telón a oscuras. De golpe se prenden las luces y el final queda claro. La gente debería pararse y aplaudir a uno de los mejores músicos de la historia de la música en el país. Ah, ya estaban parados, no los había visto. Y bueno, no es para menos.

Juan José Coronell
Especial para EL DIARIO