Escribe: Juan Pablo Morre

La capacidad para aprovechar sus momentos de superioridad, como así también el peso de la jerarquía individual que tiene en sus líneas, principalmente arriba y en el arco, cuando colectivamente no logró los réditos esperados, le permitió a la Universidad terminar celebrando en el centro de Plaza Ocampo el pasaje a otra final, la segunda consecutiva en su primer año en el fútbol local, algo por demás elogiable.
Atrás quedó una serie ardua ante un “Santo” perdiceño que mostró una entereza elogiable para reponerse de las dificultades que se le presentaron en el choque de ayer (perdió a Silva rápido, y su remplazante, con 1-0 abajo, se fue expulsado repentinamente) y estuvo muy cerca de igualar la serie, aunque se topó con una perfecta tarde de Ballatore.
La “U” mostró desequilibrio cuando ajustó la precisión y triángulo por las bandas. Por esa vía logró desnivelar considerablemente en ofensiva, tanto con Truglio y Barbuio (muy punzantes con espacios), alguna trepada de Reyes o el positivo retroceso de sus puntas, al punto tal que así consiguió sus conquistas.
No obstante, ciertamente careció de mayor continuidad de juego ante la regular tarde de su doble cinco y, en muchos lapsos, dividió equivocadamente las acciones al no tener una salida pulcra con la pelota.
La visita, a excepción de un breve lapso de tiempo en el primer tiempo (que se desacopló del mediocampo hacia atrás y recibió el primer gol) y ya sobre la etapa final, con el 0-2 en el marcador, en el resto del cotejo tácticamente hizo un gran papel y ello le permitió estar a tiro del empate.
En el primer cuarto de hora del cotejo se contabilizó sólo un tiro libre peligroso de Carassai, y ya después sobrevinieron momentos de superioridad de los universitarios, que sacó réditos de cierta merma de la visita.
A los 19’, Barbuio definió mal tras yerro de Ferretti cuando tenía a Liendo pidiéndola por el otro sector y, a los 22’, abrió el marcador.
Truglio y Liendo se conectaron por izquierda, generaron los huecos en la defensa rival y, tras remate-centro del bellvillense, por detrás de todos apareció Barbuio y facturar.
Tras el gol, la “U” remarcó por qué fue su mejor momento del partido y armó una gran acción colectiva que Liendo no logró definir correctamente tras cesión de Reyes.
Posteriormente, después que ambos elencos se refrescaran ante el sofocante calor, llegó la expulsión cuando Tóffolo, con un Ballatore que ya había anticipado la jugada, igualmente impactó con sus piernas sobre el arquero, y Daniele le mostró la roja.
Con superioridad numérica, la “U” intentó tranquilizar el trámite pero no sin controlar el balón acertadamente y fue San Lorenzo quien generó una chance muy clara que “Rafa” desvió acertadamente.
En el segundo período, el “Santo”, con Balocco equilibrando el medio y asfixiando tanto a Aguirre como a Rodríguez, sumado el despliegue de Ellena, Vos y Ferreyra, además de la presencia en ataque de Carassia, contó con netas situaciones de gol ante un rival que, al no acertar en sus ataques, se le complicó considerablemente el cotejo y debió trabajar bastante el partido.
Igualmente, Ballatore apareció en todo su esplendor, le ganó -en dos veces- el duelo a Carassai y después atajó en gran forma una definición de Ferreyra.
Más allá de eso, al no poder facturar, el “Santo” debió arriesgar, dejó mayores huecos, y llegó la estocada de la Universidad. Primero casi anota Barbuio al captar un rebote y, en la siguiente, el ex Alumni sintonizó con Truglio y envió el centro atrás para que Liendo (que antes le habían impedido tener su chance con un offside que no existió) anote su gol y le dé punto final a la serie.
Ya en los minutos finales hubo acciones que hubieron significado el incremento de goles en el local o el descuento de la visita. Nada de ello sucedió y Daniele decretó el final. El actual campeón celebró el pasaje a la final donde buscará revalidar el título del Apertura ante Yrigoyen, mientras que San Lorenzo se retiró con los aplausos de su gente que reconoció la gran entrega de sus jugadores.

La figura

Rafael Ballatore sobresalió de gran manera al protagonizar grandes tapadas que impidieron el empate de San Lorenzo, principalmente en el complemento. A su vez, en la “U”, Truglio y Barbuio aportaron el desnivel característico y, en la visita, fue elogiable la labor de su mediocampo (Ellena, Ferreyra y Balocco).

El árbitro

Mauro Daniele terminó sin sobresaltos un cotejo que, por momentos, se le tornó complicado y en el cual contó con aciertos y errores de mínima relevancia. Correcto en la expulsión a Tóffolo. Bien acompañado por Fernández, mientras que Verón se equivocó en un offside a Liendo.