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El argentino Lionel Messi, estrella del multicampeón Barcelona |
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"Gracias a aquellos que me enseñaron a pensar y a vivir por uno mismo". No es una frase nuestra y, honestamente, no conocemos a su autor. Pero viene al caso después de ver la asombrosa demostración de fútbol que ayer brindó el Barcelona de España. Messi y los otros "monstruos" que tiene al lado piensan cómo no maltratar la pelota, lo logran y viven por ellos mismos. Y cumplen perfectamente la función sin importar el rival que está enfrente. Juegan al fútbol y la palabra "jugar" cabe a la perfección para apuntalar las clarísimas ideas que desarrollan en la cancha. Ayer, en la calurosa mañana argentina y lejos de aquí, el fútbol nos hizo el obsequio adelantado de Navidad. Barcelona se consagró campeón Mundial de Clubes, pero al margen del trofeo que lucirá en sus vitrinas, el mejor premio es quedar en la historia por la forma de respetar al más hermoso de los deportes. Como en la escuela, sagrado lugar en donde a los niños les enseñan la historia del mundo a través de los libros y la sabiduría de los docentes, para los chicos del fútbol no hay mejor materia que ver a Barcelona para aprender. De esa forma sabrán cómo amar a la pelota sin maltratarla, cómo jugar pensando en el arco contrario sin presiones ni prejuicios. En definitiva, sabrán cómo vivir por ellos mismos. SEMILLERO
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