Ayer por la mañana, Raúl Costa convocó a los medios locales para brindar un balance de su gestión como secretario de Ambiente de la provincia, que se extendiera de 2007 hasta la fecha.
Luego de detallar datos y proyectos concretados, llegó el turno de las preguntas que se trasladaron hacia el terreno político villamariense.
En primer lugar se le planteó sobre las acciones de su ex cartera en nuestra ciudad, por lo cual expresó: “Hubierámos querido solucionar el problema de la basura pero nunca tuvimos una predisposición favorable por parte de las autoridades municipales. En su momento enviamos cuatro notas ofreciéndole líneas de solución tanto a la ciudad como a la región pero nunca tuvimos respuesta. Podríamos haber hecho lo mismo que hicimos en otros departamentos y localidades”.
Al mismo tiempo remarcó con “orgullo” haber rechazado la instalación de Inviron “porque era sólo un negocio” y recalcó que la basura “será una materia pendiente para el Ejecutivo municipal”, por lo cual espera que con otra conducción al frente de Ambiente, “no se genere ningún conflicto”, recordando las públicas diferencias entre Costa y Accastello. Por otra parte, precisó que sí logró incluir a Villa María en el plan de forestación provincial por el cual se instalaron más de 10 mil ejemplares en la zona (en todo su mandato se plantaron casi cuatro millones, con preferencia en especies autóctonas).

“Me enteré por los medios”

En cuanto al reciente desplazamiento por parte del concejal Ricardo Pereyra (último referente opositor), Costa declaró: “Me he enterado de su actitud por los medios y lo que hice al respecto es llamarlo a la reflexión. Porque no hay ningún motivo o alguna discordancia como para que justifique esa actitud. Más que preguntarme a mí hay que preguntarle a él qué decidió hacer”, subrayó. En el mismo orden indicó que “no puedo dejar de pensar que detrás de esto haya alguna intencionalidad política”. Por eso, agregó, “habrá que ver cómo va a votar desde marzo cuando comience a sesionar el Concejo Deliberante”. A modo de reflexión, señaló que “el oficialismo siempre ha puesto especial énfasis en tener mayoría. Antes le sobraba ya tenía nueve a su favor y hoy tiene siete, por lo que puede que busque su octavo apoyo en Pereyra”.
Luego puntualizó que “la banca siempre será para mí de los partidos y no de los ediles, pero la realidad me contradice abiertamente ya que ocurre lo contrario y habrá que acostumbrarse”.
Tras ratificar a su dupla de concejales, Georgina Echegaray y Darío Capitani, y al tribuno opositor José Naselli, respondió que no se trata de una situación similar a la de Rosa Cámpora (edil que formara un bloque unipersonal tras separarse de Democracia Cristiana). “Este caso (por Pereyra) es más inentendible y único en mi carrera política, porque se separó antes de asumir”.
Finalmente, señaló que seguirá apoyando a José Manuel de la Sota, “tanto desde mi casa como desde la militancia” y que no descarta volver a la actividad privada, como abogado.