Dicen que siempre se vuelve al primer amor. Y en el caso de Marcelo Santoni, el romance con la pelota parece eterno.
Así por lo menos lo contó ayer el propio “Chelo”, uno de los jugadores más exquisitos que supo dar el fútbol villamariense, quien a partir del mes que viene, cuando cumpla los 40, marcará un protagonismo inesperado en el torneo Provincial que organiza la Federación Cordobesa de fútbol, cuando salga a la cancha con la camiseta de Argentino.
Increíble, pero real. Después de haber transcurrido seis años de su retiro oficial, el ex enganche de Belgrano -entre otros- tratará de mostrarle al mundo del fútbol que todavía su talento puede abrir bocas de entusiasmo, como lo hizo también en Alumni.
Para llegar a semejante desafío, Santoni cambió radicalmente su vida. Dejó atrás las alegrías y sinsabores que le dio su función como técnico, salió a correr y llegó a una marca difícil de lograr por muchos: bajó 32 kilos.
“Ningún tratamiento especial, fue puro huevo, corazón, y mi familia que me bancó porque me motiva todos los días ver a mis hijos felices y me levanto a correr”, contó ayer el “Chelo”, en diálogo con EL DIARIO.
¿Por qué volvés?
“Regreso porque me siento bien, porque me gusta jugar al fútbol y estoy en una etapa de mi vida muy buena. Me llegó esa oferta, de Argentino, donde soy muy amigo de Christian (Romero, el DT). Fui a entrenar y acepté nomás. Pero vuelvo porque me siento bien en todo sentido. No soy el Marcelo de los 20 años, pero creo que puedo jugar un poco más.”
¿Bajabas kilos pensando en eso?
“No. Bajar de peso fue una cuestión personal porque estaba muy gordo y de un día para el otro dije que no podía seguir así. Salí a caminar y me fue como nunca en mi vida. Y hace como cinco o seis meses que salgo a correr y caminar, una hora y cuarto todas las mañanas. Ahora espero que me vaya bien dentro de la cancha; trataré de aportar en el club, sin esperar milagros, pero dando lo mío.”
¿Qué te dijeron en casa?
“Mi señora y mi hijo, que juega al fútbol, están contentos. Ellos me ven bien, muy enchufado. La familia es el primer sostén que tiene uno y por eso estoy feliz porque ellos están tranquilos.”
¿Te ves jugando con Franco (su hijo)?
“Ya jugué con mi sobrino (Rodrigo), lo dirigí a mi hijo en Los Zorros y me gustaría jugar con él. No sé si dará, creo que vuelvo ahora y no sé hasta cuándo. Sería un orgullo poder jugar con mis hijos.”
“Por ahora, juego con los veteranos, con el ‘Chacho’ (Peñaloza), Osvaldo (Paesani), el ‘Chito’ (Rodríguez), el ‘Cabezón’ Alassia, el ‘Panadero’ (López), Walter Rena y otros que jugaron conmigo. Jugaba seguido con ellos y empecé a jugar en Argentino, nada más que ahora el plantel está de vacaciones y, cuando regrese, voy a practicar con ellos.”
Situación extraña volver a jugar luego de ser técnico...
“Lo que pasa es que siempre dije, incluso cuando fui técnico, que yo voy a ser jugador hasta el día que me muera. Cuando dirigí me puse el buzo, fui técnico, estaba muy gordo y nunca se me cruzaba por la cabeza la posibilidad de volver a jugar. Es más, cuando agarré Unión, me pidieron que jugara y respondí que no. Pero ahora estoy bien, después habrá que ver los partidos. Estoy tranquilo con lo que puedo aportarle a Christian y a los jugadores. Con algunos jugué, con otros no y hay quienes podrían ser mi hijo. La verdad, me aceptó muy bien el club Argentino, le agradezco públicamente y espero dar lo mejor.”
¿Volvés para jugar únicamente el Provincial?
“Vamos a ver lo que dice primero Christian y Mario Cortez (presidente); si no me lesiono o no pasa nada raro y me va bien, espero ver si también puedo jugar el campeonato de la Liga. Todo depende de cómo esté, aunque también vamos a ver qué dice ‘El de arriba’, el que siempre me ayudó para jugar al fútbol... Le vamos a pedir el último esfuerzo.”

Sin el buzo

¿Como técnico no se abrieron las puertas como esperabas?
“Me hubiese gustado dirigir, seguro, pero en Villa María se hace muy difícil; la mayoría de los clubes lleva técnicos que no cobran, entonces corren con ventaja. Yo estoy muy tranquilo, dirigí, me fue bien en los dos clubes, más allá de haber salido campeón (en el Ascenso), que es un orgullo como técnico en los dos equipos. Lo importante que me quedó es el reconocimiento de los jugadores que tuve, ellos me cruzan por la calle hoy y me dicen ‘¿cómo puede ser que no dirijas? Es muy difícil. Tengo una personalidad muy fuerte.”
¿Te consideran problemático?
“Problemático no. Estuve en Unión Central con Guzmán. Estaba solo, no tenía pelotas, nada, y sin embargo no hice problemas. No sé a qué llamarán problemático algunos. Yo trato de defender al jugador y es cierto que los dirigentes también defienden lo suyo.”
En el baby de Alumni no terminaste bien...
“Sí. Adrián (López) me llamó un día, me llevó al baby. Yo era reacio a los chicos porque quería otra cosa. Igual no me puedo quejar. Los chicos, un amor. El tema es que, en el baby, hay padres que están muy confundidos, entonces, antes de pelearme, decidí dar un paso al costado. Aparte si hago algo chiquito, se me agranda el doble. Pero quise dar un paso al costado y la verdad, no hay un chico que haya tratado mal. Aclaro por si alguno quiere salir a hablar pavadas. Después, en Alumni, estoy prohibido hace años. Todo el mundo sabe.”
¿Estás prohibido?
“Sí, aún portándome bien o mal, mientras parece que los dirigentes de Alumni son unas carmelitas descalzas, pero yo estoy tranquilo, di todo como jugador en el club. Jugué infiltrado, desgarrado, siempre por menos plata y salí campeón cuatro veces. Eso no me lo saca nadie.”
“En un momento estuve ilusionado de poder agarrar el Alumnito, pero estoy prohibido por dirigentes que no me quieren.”
Igual estuviste en consideración para agarrar este año con Reinaldi y Peñaloza la conducción técnica.
“Estuvimos muy cerca. Hablé con Adrián y estaba todo arreglado, pero después vino el ‘Zurdo’ López. Y como soy hincha de Alumni, le deseo lo mejor.”
¿Perdiste entonces las ilusiones para volver algún día?
“Antes me dolía, me amargaba. Mi señora me preguntaba por qué me amargaba tanto, pero ahora ya está. Ni tengo ilusiones ni me amargo, nada. Si hablo complico todo. Dejalo ahí.”
¿Creés que se merecen más chances otros ídolos del club?
“No porque a varios le dieron la oportunidad. Estuvo Gustavo (Miranda), el ‘Caia’ (Amarilla) con él; (Jorge) Molina dirigió un Argentino B... A mí nunca me dieron una oportunidad de nada, salvo el ‘Panadero’ de ir al baby. Ya se lo dije a un muchacho que dice ser directivo: ‘Algunos dirigentes subestiman mucho mi inteligencia’, pero ya está.”
¿Has ido a verlo jugar?
“Cuando estaba en el baby sí, ahora no.”
¿Te duele verlo abajo desde hace algunos años?
“Sí, porque uno es hincha y cuando jugaba siempre traté de ponerlo en lo más alto al equipo. Ahora duele verlo ahí, pero son estos dirigentes quienes mandan, quienes arman los planteles. Después no me gusta criticar a los jugadores y al cuerpo técnico.”

Más allá de su relación de tira y afloje con Alumni, el nuevo capítulo de Santoni será Argentino, donde el genio de las cuatro décadas promete sumar para el equipo.
“Espero que esta vuelta la disfrute como la disfruté cuando jugué, aquellos que me quieren me van a ir a ver, y a los que no me quieren, lo lamento, vuelvo a jugar y espero que les guste. No sé si la voy a romper, algo voy a hacer en la cancha”, aseguró el diez local, casi como un pibe.