El domingo por la noche el Taller de Adultos de la Sala Mandra presentó en tres funciones consecutivas un breve trabajo teatral titulado “Para normal, el origen”.
Se trataba de una adaptación libre sobre la puesta desarrollada a fines del año pasado, con retazos incluidos de improvisaciones que fueron traducidas al papel por Daniel “Laucha” Rodríguez.
En escena se pudieron apreciar destacadas performances de varios de los integrantes del elenco (muchos de ellos, de la anterior producción), que tuvieron a su cargo la compleja tarea de poner el cuerpo a pacientes de un neuropsiquiátrico. Jugando con los bordes de la locura y el encierro como política de marginación y abolición consensuada de los derechos, los actores -con buen uso del cuerpo y el espacio, entrando por detrás del público- plantearon situaciones reflexivas y otras de mordaz comicidad. Ese delirio provocado llevaba a frases tan redondas como “la única iglesia que me iluminó fue la que incendié dos meses atrás antes de que me encerraran acá”. El elenco estuvo compuesto por Laura Gómez, Franco Manzanelli, Rebeca Cena, Celeste Giordano, Florencia Bergia, Sofía Ceballos, Eliana Costa, Leonardo Castillo y Julio Albil. En la entrada, además, se expuso una muestra fotográfica alusiva a cargo de Pato Mercado y Agostina Correa Sella.


Madre quiere agradecer a la Escuela Bianco

Claudia Funes, mamá de Leandro, envió una carta para agradecer públicamente a la escuela Doctor José Bianco y a las maestras Claudia y Natalia por darle la oportunidad a su hijo de poder terminar la primaria, mediante la modalidad de Educación Hospitalaria y Domiciliaria. Esta opción se otorga a los niños y adolescentes que por problemas de salud estén imposibilitados de concurrir a clase. Así lo establece la Ley 9.336 en Córdoba y la Ley nacional 26.206.