Vecinos de Arroyo Algodón marcharon anoche en las calles de esa localidad para pedir justicia por el asesinato del joven Lautaro Andrés "Piquí" Piva y, poco después, cortaron la ruta nacional 158 "porque queremos que se sepa lo que sucede acá", expresó una manifestante.
La convocatoria, que se cumplió pese a la tormenta, tuvo varios objetivos, pero el fundamental fue pedir que "no haya más muertes como las de Lautaro", precisó uno de los participantes.
Ayer, asimismo, fueron sepultados los restos del muchacho ultimado a golpes enfrente al local bailable "Bugarú"; a la vez que su atribulada madre, Susana Correa, reveló que la causa del deceso de su hijo fue "por un paro cardiorrespiratorio", como consecuencia de la andanada de golpes que le aplicó una patota integrada por adolescentes y jóvenes de Villa María.

Marcha y corte

La manifestación de los vecinos, mucho de ellos jóvenes y amigos de Lautaro, partió desde el mismo escenario donde se produjo el crimen, situado frente a la plaza, avanzó arterias principales, se dirigió a la sede policial y luego los participantes se trasladaron al frente de la Municipalidad.
Uno de los reclamos expresados por los asistentes a la marcha fue por justicia, a fin de que el homicidio no quede impune.
Pero también se demandó el inmediato cierre del boliche "Bugarú", lugar al que los jóvenes concurrieron a bailar, "porque no queremos más muertes en nuestro pueblo", según expresaron muchos manifestantes.
Sobre las actividades que se desarrollan los fines de semana en el mencionado local bailable, algunos vecinos fueron lapidarios con sus expresiones ante EL DIARIO: "¿Cómo es posible que puedan ingresar menores de edad tal como ocurrió el fin de semana (pasado)? Ahí adentro pasa de todo. Les venden bebidas alcohólicas por más que sean menores".
Se explicó, en relación al boliche, que el mismo "es del hermano del actual secretario de Gobierno de la Municipalidad" y sospechan que "por eso sigue abierto".
Los vecinos aseguraron, también, que todos los fines de semana llegan adolescentes y jóvenes a "Bugarú", "en colectivos que traen a muchos que no son admitidos en otros lugares, como Villa María, incluso algunos con antecedentes policiales".
Los manifestantes, a su vez, se expresaron frente a la sede policial de Arroyo Algodón, institución a la cual señalaron como "incapaz de controlar estos hechos (violentos)", a la vez que acusaron "la demora en llegar al lugar".
El corte de la carretera, en tanto, se produjo una vez concluida la marcha y tuvo como objetivo "hacer conocer lo que pasa acá" y "para que todos se enteren de la muerte de Lautaro".

¿Objeto contundente?

Si bien la mamá de Lautaro, que ayer recibió a EL DIARIO momentos antes de iniciarse la marcha, dijo que sólo "me informaron que falleció por un paro cardiorrespiratorio", agregó que su hijo presentaba varios golpes, pero "sobre todo uno a un lado de la base del cráneo" y que, le explicaron, sería producto del impacto de un objeto contundente.
En tanto, un amigo del infortunado muchacho, José Sueldo, testigo del violento episodio ocurrido durante la madrugada del domingo, declaró a una emisora cordobesa que el golpe más severo fue producto "de un ladrillazo en la cabeza", aunque reveló que, "luego que Lautaro cayó al suelo, lo tomaron a patadas en la cabeza".
El mismo testigo estimó que, tal vez, "haya quedado ‘pica’ de algún partido (de fútbol) que los agresores jugaron contra él (Piva) y, como lo vieron solo, se aprovecharon".
En tanto, el tío y padrino del joven masacrado, Sergio Batalla, aseguró ayer a EL DIARIO, que los Bomberos de Arroyo Algodón, institución que integra, dieron una "respuesta inmediata, apenas se tuvo conocimiento del hecho".
"Es más, fueron precisamente los bomberos que ocasionalmente se encontraban en el lugar quienes le brindaron la primera asistencia y quienes llamaron a la ambulancia", en la que poco después fue trasladado al Hospital Regional Pasteur.
"En el lugar se le realizaron los ejercicios de reanimación cardiopulmonar", dijo Batalla, quien añadió que, "hasta que era trasladado en ambulancia, estaba con vida".
El familiar agradeció, asimismo, "todas las muestras y gestos de solidaridad" para con la familia del joven muerto, quien ayer habría cumplido 20 años, era padre de Simón, de un año, y de Malena, de dos, de su unión con Eliana Battistón (18) y tenía dos hermanos mayores: Shirley y Henry.
"Para Arroyo Algodón fue una pérdida enorme, muy dolorosa y les puedo asegurar que era un muchacho bueno y muy trabajador".