Tal como estaba convocada a través de diferentes medios, vecinos de la localidad llevaron a cabo anteanoche en la vecina localidad de Morrison, una marcha en reclamo de justicia y mayor seguridad.
Los manifestantes reclamaron frente a la Comisaría y al intendente Jorge Elías David Cura que se conforme un registro de los trabajadores “golondrinas”, que se radican en la localidad mayormente por los trabajos rurales. El reclamo se motivó tras el brutal asesinato del almacenero Ramón Ferrari, de 68 años, ocurrido el pasado jueves.
Los vecinos hicieron hincapié en desterrar a una trabajadora sexual que vive en Morrison desde hace 10 años. Esta presión social llevó al jefe comunal a reunirse con la mujer, sobre la que consideran "atrae a delincuentes". El intendente dijo que la misma, madre de dos hijos y abuela, decidió dejar Morrison tras la manifestación.
“Ha comprendido que para garantizar de alguna manera la paz en la comunidad, se va a trasladar a otra localidad. En ese aspecto, una de las demandas de la gente va a estar satisfecha. Nos llevó horas de diálogo”, confió el jefe comunal.
El pedido de los manifestantes se dio en el marco del conmocionante crimen de un almacenero, cuyo presunto homicida (detenido) sería un peón rural oriundo de la provincia de Corrientes, cliente de la trabajadora sexual.
“Por eso piden que se controle más a la gente que se contrate de otros lugares. La familia de la víctima pide que esta mujer trate de irse de la comunidad porque no merece que habite en el pueblo. Anoche nos reunimos con ella y le pedimos por favor”, sostuvo Cura.
“Esta mujer recibía hombres en su vivienda y este asesino era una de esas personas. Esta situación acarrea muchos problemas. Ha provocado una preocupación muy grande en los vecinos ya que desarrolla su actividad en horas que no son las más prudentes”, agregó.
Los vecinos pedían que la trabajadora sexual se fuera del pueblo porque les “molesta” su actividad. “Decían que no querían tenerla en el barrio, que era indigno, que no es un ejemplo para los hijos”, narró Cura. Además, en el barrio se quejaban de que la vivienda era frecuentada por hombres “de otros lugares” y que era “difícil convivir” con ella.
Para el intendente, “la mujer reflexionó” y decidió (ayer) irse de Morrison. “Logramos tener una reunión en la que comprendió que su situación había llegado a un límite y la convivencia no iba a ser la más adecuada, y ella por motus propio decidió radicarse en otra localidad”, indicó. “No es una resolución mía. Lo que yo quería hacerle entender es que su familia corría ciertos riesgos, si estaba dispuesta a asumirlos, que retornara a su hogar. Ella dijo que no le quedaba otra que irse. Dentro de todo fue reflexiva en ese aspecto y tomó la decisión y yo le di mi acompañamiento. Veremos socialmente cómo la vamos a ayudar”, agregó el intendente en declaraciones a La Voz del Interior. “No es convencerla, sino hacerle ver la realidad. Anoche (contó Cura en la mañana de ayer a Cadena 3) agarraron al hijo y si la Policía no intervenía no sé si no lo mataban. Yo no quería echarla, pero de ahora en más su vida no iba a gozar de tranquilidad porque había un enfrentamiento muy evidente que podía terminar en otra desgracia.”

El asesinato

El violento crimen del almacenero Ramón Ferrari, asesinado de cinco puñaladas durante la siesta del jueves 15, la semana pasada, conmocionó a la localidad.
Varios indicios señalaron a un muchacho, un joven jornalero que había llegado desde Corrientes. El muchacho alquilaba una pieza a cambio de “unas monedas” a 100 metros del almacén de Ferrari, la víctima. Allanaron esa vivienda y hallaron un bolso con prendas manchadas con sangre y artículos de perfumería con el precio escrito con lapicera sobre papelitos autoadhesivos (como hacía, cada día, el almacenero). Además, encontraron en esa pieza dos bolsas con dinero en efectivo, que podía provenir de un quiosco o almacén: había 250 pesos en monedas. Por otra parte, los investigadores encontraron una cuchilla de cocina (con una hoja de 40 centímetros).
El joven de 19 años, identificado como Andrés Daniel Vega (19), fue detenido en la mañana del viernes, cuando intentaba dejar el pueblo. Quedó imputado como supuesto autor del homicidio calificado de Ramón Ferrari, quien fue encontrado muerto en el suelo de su comercio con cinco puñaladas en el tórax y en el cuello.