El fiscal de Instrucción del Segundo Turno, Gustavo Atienza, se declaró ayer "incompetente" para seguir entendiendo en la causa por el crimen de Lautaro Andrés Piva, el joven que murió un día antes de cumplir los 20 años, tras ser atacado por una patota a la salida de la confitería bailable "Bugarú" de Arroyo Algodón, durante la madrugada del domingo pasado.
De ese modo, la investigación quedó en manos de la jueza de Niñez, Juventud, Violencia Familiar y Penal Juvenil, Cecilia Fernández, ya que el presunto homicida tiene 17 años de edad.

Con la prensa

En conferencia de prensa, el investigador judicial sostuvo que "valorando toda la prueba acopiada esencialmente el domingo por la noche y la que llegó el lunes, producto de los resultados periciales por autopsia, determiné que la muerte de Lautaro provino por parte de un autor".
Sobre ese punto, Atienza enfatizó: "En esto quiero ser claro, porque no quiero que haya dudas. Ustedes podrían preguntarse ¿cómo puede ser, si son varios los atacantes? Pues bien, la investigación tuvo su inicio con testimonios que daban cuenta de un conato, de una agresión mutua por parte del muchacho de Arroyo Algodón con los de Villa María".
"En principio -continuó- teníamos sindicadas como partícipes de esa agresión múltiple a varias personas. Era tarea de la Fiscalía, y así se llegó con pruebas muy importantes, determinar que en el medio de esa lucha hubo un elemento causante de la muerte de Lautaro, que impactó en su cabeza y provocó su deceso, yo diría en forma inmediata. Por lo menos fue sacado de lucha de esa manera."
El funcionario judicial añadió que "la autopsia determina claramente, y se compatibiliza con testimonios, avalados luego por un reconocimiento en rueda de personas, que señalaron a un joven determinado como el autor responsable de ese golpe, y que tiene un nexo directo causal con la acción de este agresor".

Cambio de calificación legal

Cabe recordar que Atienza cambió la calificación legal del hecho, inicialmente caratulado como "homicidio en riña", por la de "homicidio simple", un delito que es castigado por el Código Penal de la Nación con prisión de ocho a 25 años.
Posteriormente, la magistrada solicitó una pericia psiquiátrica para el menor acusado, por lo que debió ser trasladado a la capital provincial para ser sometido a dicho examen en el Gabinete de Medicina Forense que funciona en el edificio de Tribunales II de la ciudad de Córdoba.
Durante su exposición ante los medios de prensa, el fiscal explicó que "todavía resta resolver la situación procesal de los demás agresores", entre los cuales hay dos mayores y otros tres menores, aunque sostuvo que a partir de las pruebas que incriminan al muchacho de 17 como el autor del golpe mortal, los otros imputados "se ven muy beneficiados".
Atienza indicó también que el mismo domingo se secuestró en el lugar del hecho el objeto con el que el fue ultimado Lautaro durante la pelea. Se trata de un ladrillo tipo block, que el agresor utilizó como "arma impropia", haciéndolo impactar en la cabeza de Piva, más precisamente en la región retroauricular izquierda (detrás de la oreja), y que le provocó un severo edema cerebral.

Imputabilidad

Si bien el presunto homicida es menor de edad, para la Justicia igualmente es imputable ya que tiene más de 16 años. Incluso, en las últimas horas trascendió que el principal sospechoso habría cumplido 18 años al día siguiente de la trágica pelea callejera.
En tanto, los otros implicados, de 15 años, fueron entregados a sus progenitores, mientras que los dos mayores continúan alojados en la Comisaría de Distrito local, según se confirmó desde dicha repartición policial.