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Linda Ronstadt se coronó con su LP “Sueños sencillos” |
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El larga duración titulado “Simple dreams” (Sueños sencillos) fue el último capítulo de una fórmula tremendamente efectiva a base de mezclar versiones de canciones exitosas con material inédito, que elevó a Linda Ronstadt a la categoría de estrella descollante a mediados de los años ‘70.
Con el éxito de su disco anterior, el titulado “Heart like a wheel” (Me gusta tu corazón rodante) de 1974, Ronstadt y su mánager-productor, el prestigioso y archiconocido Peter Asher, habían dado con los ingredientes mágicos de manera tal que alcanzaron resultados óptimos y más que sorprendentes, elementos que siguieron marcando el mismo patrón para la confección de los álbumes subsiguientes.
La canción que abría el disco “Simple dreams”, la titulada “It’s so easy” (Es tan fácil), se convirtió en un rítmico y acompasado exitazo que trepó al número 5 de las listas. Por otra parte, la inclusión en la placa de un tema de Roy Orbison conocido como “Blue bayou” (Canal azul), por cierto con la voz de Linda, le otorgó a la cantante country la posibilidad de quedarse con el primer sencillo de su creación en vender un millón de copias.
La intérprete además versionó “Tumbling dice” (Dados que caen), una labor de los Rolling Stones, y presentó también en la placa larga duración a su amplia audiencia, el trabajo de un novel músico apenas conocido por aquellos años, Warren Zevon, con su versión de “Poor, poor pitiful me” (Un pobre como yo) y “Carmelita”, una canción estilo mexicano. En el disco, también tuvieron cabida algunas creaciones propias, escritas por Linda Ronstadt, como es el caso de “I will never marry” (Nosotros nunca nos casaremos), oportunidad donde hace dueto con la consagrada Dolly Parton. El Long Play conocido como “Simple dreams” fue su segundo disco en llegar a lo más alto de las listas de los preferidos, instancia en la que superó a “Rumours” (Rumores), de Fleetwood Mac, en diciembre de 1977 (el disco había sido puesto en las tiendas un mes antes). Permaneció durante cinco semanas en los puestos de privilegio en EE.UU. al tiempo que se las apañaba para alcanzar el número 15 en las listas británicas. El LP vendió tres millones de unidades en todo el mundo en su primer lanzamiento al mercado.
@ Larrea, Carrizo y Leo Rivas
Es agradable remontarse en el tiempo; gratificante diría yo. Sobre todo cuando se trata de uno de los entretenimientos más vinculantes del que disponen los seres humanos. Un ejercicio que ya lleva 91 años en nuestro país; me refiero a la radio. Y como me ocupo de la década del ‘70, bueno es recordar algunos programas famosos que difundían las emisoras porteñas por aquellos años. “Rapidísimo” (con Héctor Larrea, por Rivadavia), “La vida y el canto” (con Antonio Carrizo, por la misma emisora), “El gran musical del mate” (con Leo Rivas, ídem) y el clásico nocturno “Modart en la noche” (con el doctor Pedro Aníbal Mansilla, por Del Plata).
Hasta la próxima...
Atilio Ghezzi
Especial para EL DIARIO
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