Mirando lo hecho uno repara primero en “la mirada”; segundo precisamente en “lo hecho” y es tanto. Pasaron 12 años desde que un puñado de chicos -maestro incluido-, se largaron a la escena social villamariense-villanovense a punta de lanzas de caña a la caza de miradas que dejaran de negar, de distraerse y de mentir y miraran ¡por fin!
Y hubo quienes comenzaron a ver y hubo quienes no vieron jamás. Pero todos, se volvieron obvios, evidentes en su acción. Ya no más inocentes ocupados abstraídos del brutal hecho creador de los chicos interpretando, de los “quijotes” guerreando sus vidas con una intención. La intención de ser objeto de la mirada, ya no las sombras externas al cono de luz del ojo del amo. Hoy Quijotada sabe que no hay amos, aunque los amos crean que sí.
Los amos tendrían distintos tamaños, según las dimensiones del poder que manejasen. Desde la llave de un patio, vedado a los chicos para bailar contando historias, hasta la decisión política de habilitar recursos para seguir recreando obras de teatro, revistas y vínculos genuinos y sanos con la gente que, convocada por tales acciones, pare a ese Otro (*) fundamental y fundante identificable como “público”, el portador del talismán buscado: la mirada. La mirada que confiere valor, satisfacción, existencia. Entonces, el cono de luz se amplía porque la sociedad mira. Porque los “quijotes” generan, ganan y sostienen la mirada inclusiva y ya no quedan amos. No dentro de semejante circuito de relaciones. Sí, acaso fuera; fuera del vínculo saludable en el que ninguno necesita “negar” al Otro para “apoderarse” de su propia existencia.
Claro que los amos siguen creyéndose a sí mismos. Imponiéndose, para autoimponerse. Vedando, negando, impidiendo. “No mirando”. Pero no existen. Existir es otra cosa. Existir se vincula con lo verdadero, con lo auténtico de manera inexorable. De modo que, si es preciso “negar”, hay mentiras en juego y las mentiras, carcomen la existencia.
Porque “nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio” (**).
Quijotada seguirá cumpliendo años, porque no cesará en su cometido de inscripción de subjetividades en la realidad social, cultural. Realidad humana, humanizante a su vez si vuelve visibles, mirables, es decir, existentes a Todos.
Quijotada sabe que el público está, crece y se identifica cada vez más acabadamente con el juego vincular propuesto. Se ratifica y reinscribe en cada encuentro. Pero cuenta también con la activa no participación de los sectores que detentan los recursos habilitantes para la acción, la tarea concreta. Carga con la elaborada y sostenida ausencia y el estruendoso silencio de instituciones y organismos. Será parte del quehacer de los años venideros no dejar de destacar la naturaleza activa de las faltas, el carácter deliberado de las omisiones y la marca a fuego de las ausencias.
La asociación reconoce identidad de proyecto inclusivo en: Italia SA (propietaria del Teatro Verdi), Cooperativa Comunicar (editora de EL DIARIO), IPEM 322 de Villa Nueva, la profesora Susana Ballarino y APDH.

Raúl Pussetto
Asociación Civil sin fines de lucro
Personería Jurídica
Nº: 193"A"/10
(*) 0tro: concepto desarrollado por Jacques Lacan. Refiere a todo otro -portador de mirada especular- significativo y significante del orden de la cultura.
(**) Tema “Sinceramente tuyo” de Joan Manuel Serrat.