Con acentuados cortocircuitos entre ediles de distintos partidos y severas críticas a algunos aspectos de la gestión de Guillermo Cavagnero se llevó a cabo ayer a la mañana la sesión legislativa que finalizó con la aprobación del proyecto de Presupuesto Municipal y Tarifaria 2012. Fue por unanimidad en lo general, pero en lo particular hubo muchas diferencias planteadas desde las bancadas de la Unión Cívica Radical y el Frente Cívico.
Los protagonistas de la sesión, que comenzó puntualmente a las 9 (como estaba estipulada) y finalizó casi dos horas más tarde, fueron la oficialista Nuri Vélez, el radical Javier Pérez y la juecista Magalí Castro, con sus posiciones sobre los números y prioridades del Ejecutivo.
Con los ediles dándole el visto bueno, el intendente ya tiene la herramienta básica de su gestión: podrá incrementar las tasas de servicios a la propiedad en un 50% y las de comercio en mucho más. También, subir las tasas que abonan los boliches y otros locales. Por otro lado, manejará un presupuesto de 111.227.000, unos siete millones más que el de 2011, que se está ejecutando.

La Tarifaria

Los bloques Unión por Córdoba - Frente para la Victoria y Frente Cívico no tuvieron objeciones al proyecto de Tarifaria 2012. Sí el radicalismo.
Nora Bizzutti explicó que lo acompañaban para no entorpecer al Gobierno, pero sostuvo que los aumentos de las tasas debían regirse por lo que marca el siempre cuestionado Indec. Además, señaló que no debía cobrarse a las familias numerosas los 15 pesos que se cobrarán por cada trámite que se efectúa en el Registro Civil.
En tanto, su par, Javier Pérez, resaltó que la tasa no es un impuesto, “por ende, lo que se cobra es la prestación del servicio: primero entonces habría que prestar de manera eficiente los servicios municipales”.

Presupuesto

Por otra parte, si bien las tres bancadas levantaron la mano para darle el okey al Presupuesto en lo general, las del radicalismo y el juecismo marcaron fuertes diferencias, lo que motivó cortocircuitos que extendieron la sesión por mucho tiempo.
En este sentido, Pérez sostuvo que existen “dos presupuestos”. Uno, referido al dinero que llega de la Nación, algo más de 44 millones de pesos, para pavimentación, viviendas y otras obras. Dos, el ingreso corriente del municipio.
En cuanto al primer ítem, advirtió que en diciembre pasado ya habían aprobado un proyecto (el de 2011) que incluía la obra de desagües, “y nunca se hizo, como tampoco se pudo concretar la de viviendas”. “Asistieron mil familias en el Alem para sortear 50 casas y hasta hoy está truncado ese sueño.”
En cuanto a los ingresos genuinos, se preguntó si lo previsto se ajusta a la realidad. Tiró números en el recinto que lo llevaron a subrayar que “ni siquiera se puede pagar el sueldo a los empleados”, precisando que hay un déficit operativo mensual de alrededor de 800 mil pesos.
“Durante cuatro años, el caballito de batalla del intendente fue la autofinanciación, que no se ve reflejada porque se engrosa el déficit mensual. Seguimos viviendo de dádivas”, advirtió el concejal y en relación a los subsidios que llegan de la Nación consideró que “dependemos netamente del estado de ánimo de la señora presidenta y del estado de ánimo y económico del señor gobernador de Córdoba”.
“Es faltar a la verdad decir que se autofinanciará el municipio”, resaltó. Y disparó, en alusión al proyecto de Cavagnero para el Parque Yrigoyen: “Si vamos a Buenos Aires a gestionar un superdomo, es difícil revertir esta situación. Ahora, si vamos a Córdoba a gestionar un Parque Industrial, se generarían fuentes de empleo y fondos genuinos”.
Luego, su par Nora Bizzutti solicitó que el Ejecutivo informe siempre del monto y el destino de cada aporte que ingresa al municipio por parte de Nación o provincia, recalcando que “los fondos de la soja” y otros “nos corresponden, no es que nos lo regalan, son fondos descentralizados que tienen que llegar en tiempo y forma”. Reiteró el pedido cuatro veces a lo largo de la sesión. Fue la edil más conciliadora y serena.
A ellos le siguió un extenso pronunciamiento de Magalí Castro, del bloque unipersonal del Frente Cívico.
La joven legisladora local aclaró que la crítica no es poner palos en las ruedas, sino “un signo de madurez, de una sociedad que piensa, que puede interpelarse” para progresar. Lo primero que advirtió fue que el tiempo en que se estudió el Presupuesto no fue suficiente, remarcando que en la reunión de Comisión General “no salimos de aspectos técnicos” y que lo mismo ocurrió en la Audiencia Pública, pese a que en comisión “quedó asentado” la necesidad de mayor cantidad de elementos en pos de más claridad. “La democracia es una mentira si callamos al pueblo” y “callar al pueblo es no darle herramientas”, disparó luego al hacer referencia explícita a la ausencia de funcionarios del Ejecutivo ante los vecinos, para evacuar interrogantes.
Más tarde, tildó de “ambiguo” el punto referido a la administración central, que se lleva el 90% del total presupuestado. Dijo que al no llegar a manos de los concejales los organigramas, “no queda claro cuánto cobrará el intendente” ni los secretarios y solicitó en detalle la planta de trabajadores. “Sabemos que hay un alto nivel de trabajadores precarizados y queremos normalizar eso”, añadió.
Castro declaró que “si una de las grandes deudas es la contribución de los vecinos, hay que tomar el compromiso urgente de responderle a ellos con servicios elementales”. Lo que pareció exaltar al oficialismo fueron las consideraciones de la edil sobre “los bajísimos porcentajes destinados a áreas fundamentales para el desarrollo de la comunidad”, como la salud y acción social. Criticó el estado actual del Hospital Comunitario y remarcó que se requiere además una tarea “de promoción de la salud, una tarea comunitaria y de saneamiento más allá del hospital”. Luego, denostó que Educación y Cultura se lleven sólo el 0,75% de lo presupuestado. Y denunció: “Hay subsidios que vienen para ser entregados mes a mes a escuelas y no se concreta”.
Todas estas manifestaciones le valieron un extenso reproche de la oficialista Nuri Vélez, que defendió con énfasis al Gobierno, contestándole también a Pérez.
Dijo que “históricamente” se necesitó del Estado nacional o provincial para pagar sueldos y pidió “no decir que no incide la tasa de servicios a la propiedad” en las arcas comunales, porque “si pagáramos todos sería menos lo que hay que pedir” de ayuda. “Desde el ‘90 estoy trabajando en esto y todos los intendentes fueron agregando personal”, apuntó luego. Después, invitó a Castro a recorrer el hospital, defendió la política de salud de Cavagnero y valoró el estado y las prestaciones del centro asistencial. Castro le respondió y hubo idas y vueltas.
También, Vélez advirtió que comenzó la obra de viviendas.