El envío, que se transmitirá en vivo, contará durante una serie de emisiones con invitados especiales y un repaso por las mejores entrevistas y pasajes de la gira que concretara el conductor por Europa, entre agosto y setiembre.
Vale recordar que en ese lapso, Kamienski fue en busca de los villamarienses desperdigados por el Viejo Continente, sin tener más que una valija y una cámara en mano. Allí pudo dialogar con “Carancho” Frúgoli, “Chochán” Almada, “Chino” Morsila, “Negro” González, José Ignacio Córdoba y Marta Traversa, "Caco" Piñeiro, el "Gringo" Cipolat y Eduardo "Gordo" Cabral, entre otros. Tales entrevistas fueron editadas y presentadas por Alexis Magris en el canal y también tuvieron su versión gráfica en las páginas de EL DIARIO.
De dicha experiencia, el animador recuerda un sinfín de anécdotas, pero hay una que se destaca por sobre las demás. "Estaba en París, acomodando la cámara para captar tomas del Teatro Opera mientras esperaba a unos amigos para tomar un café. En eso un montón de gente se me acerca, pasa por frente de la cámara y me dice ‘te encontramos’. Era un contingente de unos 20 villamarienses que estaban con el padre Pedro. Lo loco fue cuando el padre me cuenta ‘anoche hablamos de vos y dijimos que te íbamos a encontrar’. No lo podía creer", rememora.
El viaje también le trajo satisfacciones personales como deslumbrarse con la construcción y la historia de Israel al igual que conocer el pueblo de su bisabuelo, el industrialista y economista Henryk Majkael Kamienski, toda una eminencia en Polonia.
En rigor, Richard registró 49 entrevistas (45 horas grabadas), en un total de 40 días, aunque originalmente iban a ser 25 entrevistas en 30 días. Recorrió localidades de España, Francia, Italia, Polonia e Israel.

Una idea de quince años

Esta idea, según comentó recientemente, viene pergeñándose desde 1995, cuando terminaba de hacer una temporada completa en Mar del Plata, con un programa diario en vivo para Canal 12 de Córdoba. "Ese año le 'robamos' el Torreón del Monje al Muñeco Mateyko, para transmitir desde allí", recuerda orgulloso.
Richard ya había cambiado un poco la tónica de los conductores televisivos en la pantalla local en "Hora Clavo", saliendo con una peluca puesta o con sacos estrambóticos. El nombre de ese programa luego se lo alquiló por varios años al humorista El Negro Alvarez que se había interesado por el simpático título.
Su carrera continuó en Canal 12 luego de que "los hermanos Toribio, que se habían hecho cargo de Canal 2 local, dijeron que no tenía buena imagen para la cámara", recuerda con fastidio. Ya en el año 2000 y luego de recuperarse de una severa parálisis facial que lo mantuvo fuera de órbita por un par de temporadas, aportó columnas y notas para el Lagarto Show y en la producción de Piñón Fijo.
Un año quiso volver a poner al aire "Hora Clavo" pero, según él confiesa, "no tenía la misma chispa porque era grabado y es un programa para el vivo". Por último, comenzó a concretar los ciclos de "Golf y tenis" por Mirate al tiempo que concretaba transmisiones por Radio Centro, con "Cosas nuestras". Por invitación de su amigo Ricardo Fernández Núñez, visitó una vez las localidades de Kiev y Varsovia en Polonia. Gracias a ese viaje iniciático, volvió a encenderse el proyecto de recorrer Europa. "Empecé a armar la carpa en febrero y casi que naufraga, porque me agarró una hernia de disco que me imposibilitaba moverme. No sé cómo lo hice pero fui", acota.
Y anticipa: "Es probable que a fines de marzo vuelva a viajar para entrevistar a todos lo que me faltan o me han escrito gracias al programa. Para mí es increíble y creo que todo ese material puede ser parte del patrimonio audiovisual de nuestra ciudad".