Diciembre fue el mes más seco de los últimos cuatro años. Las altas temperaturas y falta de lluvias están afectando al avance de la campaña gruesa, lo que hace prever reducciones en la producción de soja y maíz de la nueva cosecha.
Los efectos de la Niña se están notando, sobre todo en la región sur y oeste de Santa Fe, centro y norte de Buenos Aires y sudeste de Córdoba. Por caso, los montos de precipitaciones acumulados en el período comprendido entre el 1 y el 23 de diciembre de 2011 no superan los 20 milímetros en gran parte de la región, afectando la recarga de agua del suelo en la principal zona de cultivos de Argentina.
A ese panorama se suma que los montos de lluvia no sufrirán modificaciones en los próximos días, ya que no se esperan precipitaciones en la región. Además, las altas temperaturas “favorecerán la evapotranspiración, generando una mayor disminución de la humedad en el suelo”.
De acuerdo a los datos obtenidos gracias a la distribución de estaciones de la Red GEA, se observan marcadas diferencias en cuanto a las anomalías de precipitaciones. Por ejemplo, en 2011 las lluvias estuvieron por debajo del promedio, con valores que llegan a 105 milímetros menos que la media 2008-2011.
La zona más afectada es el norte de la provincia de Buenos Aires, sur y oeste (hasta llegar al norte) de Santa Fe y este de Córdoba.
@ Maíz
Al día de hoy, los productores sembraron el 87% del área destinada al cereal, oficialmente estimada en cuatro millones de hectáreas, porcentaje coincidente con el año anterior a la misma fecha pero con distintas perspectivas.
Con el fenómeno de La Niña, el nivel de lluvias es inferior al habitual y el maíz está sufriendo la falta de humedad en varias regiones productoras. Según analistas climáticos, la cosecha del cereal sufriría amplias pérdidas, muchas plantas de maíz ya se están secando por el tiempo seco y cálido provocado por el fenómeno La Niña.
No se espera precipitaciones en el área agrícola para los próximos días, que serán clave para el maíz. Se entra ahora en un período crítico de 20 días, aunque las perspectivas son que siga el clima seco y las altas temperaturas hasta el sábado. A partir del sábado podría haber lluvias, pero de montos pequeños. Con este panorama la situación es muy complicada, la zona central de producción necesita entre 60 y 120 milímetros de agua para que el maíz alcance rendimientos razonables, pero las lluvias que podría haber a partir del sábado no superarán en ningún caso los 20 milímetros.
Además del oeste de Buenos Aires, las regiones más afectadas por la escasa humedad porque están en etapa de floración son el norte de la misma provincia, el noroeste de Córdoba, el norte de Santa Fe y el sudeste de Entre Ríos, los cuatro distritos más importantes en producción del cereal. El contexto climático hace temer sobre el resultado que se puede generar en materia productiva.
@ Soja
La preocupación mayor en la soja es sin dudas el clima en Sudamérica. Empieza a observarse en algunos lugares que la soja tiene un desarrollo inferior al normal por el tiempo seco y cálido provocado por el fenómeno La Niña.
Lo que comenzó siendo un riesgo potencial tiene cada vez mayores probabilidades de ocurrir y a medida que transcurren los días y las condiciones no cambian se hace más factible la posibilidad de que la producción argentina no alcance los 52 millones de tn estimados por el USDA (y también el Ministerio de Agricultura de Argentina). Es más, ya comenzaron a revisarse las estimaciones: la cosecha rondaría entre 43 y 48 millones. Si bien se observó un cierto avance en las siembras, son necesarias lluvias de entre 60 a 120 mm durante las próximas dos semanas.
@ Ganadería
Los puntos más críticos son Villa Minetti, San Bernardo, Santa Margarita, bien al norte de la provincia de Santa Fe, en el Departamento 9 de Julio. La principal característica del noroeste santafesino es la presencia de clima subtropical con estación seca, que necesita una media anual de lluvias de 850 mm, pero el déficit acumulativo de los últimos siete años torna esta marca como algo inalcanzable. Un balance hídrico exige que los meses apropiados para los registros sean marzo y diciembre, incluso con humedad superior a la necesidad del perfil, porque aunque en enero-febrero las precipitaciones ocurran con cierta frecuencia e intensidad, no alcanzan para el desarrollo de los cultivos como consecuencia de la evapotranspiración, elevadas temperaturas y los días más largos.
Con respecto a la ganadería comenzó a producirse la muerte de animales y el éxodo de algunos productores y el stock de casi un millón de cabezas, existentes antes del año 2008, disminuyó a 500 mil, producto de la sequía de dicho año, cifra que también tiende a menguar por la persistencia de la aridez reinante, obligando al productor a fletear el transporte de agua para el brebaje de sus animales. Se puede aclarar que un pequeño productor, con 500 animales, necesita 40 mil litros de agua por día, a razón de 80 litros por animal. Esto conlleva a su descapitalización por el costo elevado del flete, aprovechando el estado de desesperación, ya que cada tres o cuatro acarreos estaría perdiendo un animal.
El canal a cielo abierto, realizado en forma paralela a la ruta provincial Nº 91-S habría de haber paliado la situación proveyendo del vital elemento a varias localidades, pero en la actualidad no llega el agua. Algunos argumentan la obstrucción del canal y otros a las extracciones de agua, por estado de necesidad, realizadas en forma particular para llevar el agua hacia sus explotaciones y a la carga de los camiones, que extraen agua de dicho canal, 40 mil litros cada uno, para otros establecimientos.
@ Trigo
Con la cosecha alcanzando el 75% de la superficie, según datos oficiales al 30/12, se registran buenos rendimientos en la mayor parte de las regiones que auguran una producción del orden de los 13,5 millones de tn. La cifra oficial mencionada también coincidía con la estimación de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires hasta antes del jueves, día que la entidad publicó un informe donde señala una nueva proyección de cosecha del orden de 14,5 millones de tn. El incremento en la estimación responde al avance de la recolección del trigo en la provincia de Buenos Aires que "presume un incremento paulatino del rendimiento nacional aumentando el volumen final de producción", reza el informe semanal de cultivos. Con la mejora en la producción aumenta el saldo exportable que "en teoría" acerca el mercado argentino a las cotizaciones internacionales. En plena cosecha, la posibilidad de exportar más al mundo está lejos de impactar en el mercado que permanece ausente de compradores.
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