La costanera refleja el ambiente de verano de la ciudad, y en esta época del año es el lugar favorito de muchos para pasar un momento agradable al lado del río.
Desde hace 4 años se ha instalado un elemento adicional para divertirse en las noches: los paradores. Estos lugares son una de las nuevas propuestas para relajarse, disfrutar de una bebida y recrearse en un lugar de esparcimiento.
Matías Malfante, Gonzalo Agosto y Gustavo Maristani fueron los pioneros que comenzaron con esta iniciativa de montar un negocio propio al que pudieran acceder personas que disfrutaran de conversar y escuchar buena música al aire libre. “Me matan, Limón!” es el nombre del parador ubicado en barrio Santa Ana (costanera y Alfonsina Storni), cuyo nombre se basa en una de las canciones más conocidas de Los Redondos que habla sobre la muerte del narco colombiano Pablo Escobar y su guardaespaldas “El Limón”.
Son tres los que trabajan en este lugar y se distribuyen la labor, para coordinar entre abrir, preparar y servir en su cuarta temporada consecutiva. Matías contó que este proyecto comenzó cuando observaron que “cuando la gente venía al río no tenía ningún lugar donde comprar bebidas o snacks, por eso vimos la posibilidad de poner un negocio que brindara eso, acompañado de música y mesas para sentarse por las noches”.
El lugar cuenta con una explanada y una carta de bebidas que van desde la cerveza por un valor de $18 hasta la especialidad de la casa: la caipiriña, el cóctel brasileño por excelencia que se prepara a base de cachaza, por $38. La decoración es sencilla pero cómoda y en esta época de verano el flujo de gente es continuo. De igual forma “Me matan, Limón!” convertirá este ambiente en un espacio cultural.
Para esta temporada, según comentaron, las veladas contarán con bandas musicales, performances y muestras circenses. La primera actuación fue “Peace and love” del actor Juan Pablo Amante y compañía el pasado miércoles. Este parador está abierto desde las 16 hasta pasada la una de la madrugada, todos los días hasta el 15 de marzo.
Debajo del monumento al Gaucho (bulevar Sarmiento y costanera), se encuentra “Capitán Piluso”, que tiene sólo dos semanas de funcionamiento. El nombre alude al entrañable personaje para niños creado por el humorista Alberto Olmedo. Esteban Scarafía, Gonzalo Mascotti, Emanuel Quevedo Giordana y Abraham Mena han desarrollado este espacio para la recreación de los paseantes, acompañado de música, en especial de rock.
El lugar muestra un estilo natural conservando la esencia de la costanera. Además de ofrecer bebidas, proyecta obras teatrales, dispone de redes para jugar al tenis y, por ejemplo, mañana contará con la participación de Sátiros, una banda local de rock. Sus puertas están abiertas desde las 14 hasta la 1 de la madrugada, de lunes a jueves y los fines de semana se podrá disfrutar del lugar hasta las 2.
Siguiendo por el borde de la costanera, al final de la calle Uspallata de barrio Palermo, se encuentra de manera más reservada otra de las propuestas, impulsada por Marcelo Brun: Puerto Escondido, ex Playa Zeta. Este parador inauguró el 17 de diciembre con un campeonato de vóley y ha conservado el préstamo de la cancha para uso libre, con lo cual ha atraído en general a un público más joven.
Aproximadamente disfrutan de este lugar 600 personas a diario, según comentó el responsable. Este lugar apuesta por el deporte al aire libre ofreciendo el alquiler de kayaks. En tanto, entre los proyectos que tiene pensado realizar a futuro es crear una cancha de fútbol y un espacio para hacer “Cine bajo las estrellas” con la idea de aportarle funciones artísticas a las noches de la temporada. “Puerto Escondido” abre desde las 10 hasta pasada la una de la madrugada y se puede comprar comidas rápidas y diferentes bebidas que varían entre los $6 hasta los $25.
Sobre Salomón Gornitz, cerca de la esquina José Riesco, se está por inaugurar el parador Madero en el pasaje del barrio Mariano Moreno, conocido justamente como Puerto Madero. Su propietario es Alejandro Ponte (ex Deep y actual Lo de Ramos), quien informó a este medio que se ha retrasado la apertura porque todavía no tiene habilitada la bajada de luz, por cuestiones ajenas a su labor. Apenas abra, indicó, se ofrecerá un quiosco-bar en los horarios permitidos para los bañistas que se asienten en dicha playa. Otro de los espacios, en flamante apertura, es el parador de “El Arenero”, detrás del barrio Vista Verde. Allí, los responsables de Amsterdam (así se denomina), han colocado mesas, sillas, una barra en una construcción de madera.
Al contacto con EL DIARIO, los clientes de los paradores comentaron: “Nos gusta este lugar para venir a pasar la tarde, preparar unos mates y comer algo aquí”. Otros expresaron, en cambio: “Por la noche es una buena idea venir, ya que uno se relaja y disfruta del aire en los días de mucho calor”.

@ Requisitos previos

Como parte de los trámites obligatorios en la habilitación, los dueños de los negocios contaron que les exigen seguro contra accidentes, seguridad en las últimas cuatro horas previas al cierre (un adicional de Policía), exámenes sobre el sonido y, por supuesto, el canon para la concesión del espacio.
Vale recordar que el municipio había lanzado una convocatoria pública meses atrás para los cinco espacios habilitados, a raíz de la demanda de los interesados. Entre las condiciones, también se exigen baños químicos, cestos de basura y mantenimiento y conservación del sector.
No obstante, varios de los propietarios de estos emprendimientos no están conformes con el horario nocturno ya que plantearon que al momento de cerrar sus reductos es cuando mayor movimiento y venta se genera. Por lo tanto, coincidieron en que se les debería extender un poco más la hora de cierre.