Escribe: Juan Pablo Morre

Increíble. Elogiable. Histórico. Muchas palabras se pueden utilizar para definir lo hecho, en su primer año en el fútbol doméstico, por la Universidad Nacional, que concluyó de manera gloriosa una temporada inolvidable para todos sus protagonistas al obtener anoche el bicampeonato tras vencer en la final definitoria por 2-1 a Hipólito Yrigoyen, el otro gran equipo que tuvo la temporada.
De esta manera, el proyecto ambicioso en el plano deportivo de la UNVM, ya en su primer año tuvo sus frutos por partida doble porque contó con los actores ideales en sus bases, tanto en el plantel, en el cuerpo técnico y en el ámbito dirigencial; atributos por doquier, tanto en el plano deportivo como institucional, describen los porqué la “U” se coronó doblemente campeón en la Liga Villamariense.
El virtuosismo, la prestancia al trabajo, calidez humana, la capacidad profesional, como así también la seriedad e inteligencia para aprovechar y sacarle los mayores réditos a la inmejorable estructura de trabajo que tiene la institución, quedaron impresos en gran forma en la primera temporada. Así los números y los logros lo indican.
Un plantel compuesto por valores destacados de nuestra Liga y que, en muchos casos, protagonizaron un año colmado de pergaminos, como así también la capacidad del entrenador Joselito Bernadó y de todo su cuerpo técnico, quedó expuesto en el campo de juego jornada tras jornada y, principalmente, en el trabajo semanal, donde la “U” marcó una diferencia.
Aquel sueño que tuvo su punto de partida un ya lejano 3 de febrero del año pasado con el inicio de las prácticas se concretó considerablemente y con las expectativas altamente colmadas. Es tiempo de celebrar, campeón.

Diferencia clave

El cotejo, en sus primeros instantes, mostró una buena movilidad de los delanteros de Yrigoyen, que arrancó más incisivo, administrando bien la pelota y utilizando envíos cruzados, tanto en balón parado como en acciones de juego, para inquietar al rival. Dos tiros de esquina y otro centro peligroso de Morre fueron las intenciones que mostró el elenco tiopujiense en la apertura de la final.
La “U”, en tanto, si bien comenzó impreciso y no podía sacarle provecho a su postura de buscar mediante pases largos a sus delanteros, pasado los primeros instantes apeló al libreto pensado y le sacó todo el rédito posible a su primer avance, cuando iban 10 minutos.
Es que, sincronizó con la pelota a través de toque y movilidad, adelantó sus volantes y encontró el desnivel con Hernández quien, ya dentro del área, recibió un manotazo de Burello dentro del área, por lo cual Beligoy cobró penal. Liendo ejecutó a la perfección y puso arriba a la UNVM a los 11 minutos.
El gol fue determinante para los minutos posteriores del primer tiempo. Es que, desde allí, la “U” mostró inteligencia y serenidad para tomar el control del juego y la practicidad para encontrar los momentos ideales para generarle peligro a su rival.
En la siguiente acción del gol, Vicario, quien completó junto con Aguirre y Rodríguez un triángulo en la zona media que le quitó generación al rival, despegó de la zona media y, en su intentó por habilitar a Liendo, la pelota le terminó quedando a Fuente, quien definió apenas desviado.
De esta manera, ante el buen trabajo de Aguirre y compañía, además de la sapiencia para quitarle vértigo e intensidad al cotejo, los dirigidos por Comba empezaron a sentirse incómodos y a mostrar una faceta improductiva, más allá que, cuando pudo proyectar a sus volantes, inquietó a Ballatore (quien, muy atento, le ahogó un grito de gol a Morre).
Con los minutos, el encuentro ingresó en una tónica de mayor rigor y entrega, con dominio alternado y complicaciones para poder llegar a los arcos. Las buenas coberturas defensivas y cierta imprecisión y equivocación al momento de elegir las opciones se adueñaron del trámite, que igual mantuvo la vibración de las finales.
Yrigoyen logró inquietar sin profundizar por el sector izquierdo de su ataque, mientras que la Universidad continuó apostando a la movilidad de sus delanteros (Liendo tuvo otra chance con un remate cruzado que atajó Tisera) y aguardando el instante propicio para proyectar sus ataques.
Y así se dio a los 46 minutos, cuando los “Diablos Rojos” se apuraron en una salida, perdieron la pelota, a lo que la “Uni” trianguló por la banda derecha y Reyes sacó la perfecta habilitación para la aparición y el posterior cabezazo goleador de Mauro Fuente: 2-0.
Así, con un gol que a la postre resultó determinante, concluyó un primer tiempo donde la sólida labor de la “U” le permitió irse al descanso con una ventaja considerable y dejándole todos los problemas a un Yrigoyen que se mostró equivocado en dicho período.

Mejora y descuento

En el complemento, el trámite se modificó considerablemente ante el crecimiento de un decidido Yrigoyen que cambió el esquema, dominó terreno y pelota, y mostró mayor movilidad, velocidad y aptitud en sus proyecciones ofensivas. Además, tuvo en Marín un goleador descomunal.
Es que, dicha supremacía en el campo de juego de los “Diablos Rojos” se reflejó en el marcador a los siete minutos cuando el goleador, tras un centro, acomodó el cuerpo a la perfección para dejar atrás a su marcador, se quedó con la pelota, le hizo un sombrerito a Ballatore y anotó. Golazo para revivir a todo Tío Pujio.
Yrigoyen, en esos lapsos, contó con una intensidad productiva, incrementó gente en ataque y asumió riesgos que el rival buscó aprovechar (principalmente con subidas de Hernández) aunque le faltó terminación a sus réplicas, por lo tanto, debió pasar por momentos de zozobra.
Ya que, el crecimiento del rival producto de un gran trabajo de Marín y mayor influencia en el juego de Navarro y Basualdo, le permitió al mismo “Facu” y a Morre tener sus netas opciones de gol. En la primera Ballatore se quedó con la definición del delantero y, en la siguiente, el palo le impidió la conquista al volante izquierdo.
La “U”, en tanto, sostenido por los cierres oportunos de Salvai y las buenas respuestas de Ballatore, necesitó de la lucidez de Aguirre para poder tener una salida clara y precisa y así inquietar a Tisera con remates de afuera de Barbuio y Liendo.
Pasada la media hora el intenso rigor físico impreso por ambos elencos se hizo sentir en el encuentro, ya que éste resignó continuidad en sus acciones y empezaron a carecer las ocasiones en los arcos.
Por lo tanto, ya en tiempo de descuento, la última chance la tuvo Yrigoyen con el juvenil Ferrero, quien mostró su juventud y desperdició una oportunidad con un tiro desviado cuando la jugada pedía centro al medio.
Ya no hubo tiempo para más, Beligoy decretó el final, la algarabía se impregnó en los cuerpos de los jugadores universitarios que se abrazaron y festejaron en el campo de juego ante un fondo de fuegos artificiales que le brindaron un tinte distinto al desenlace brillante del elenco universitario.
Mientras, los jugadores de Yrigoyen mostraron su dolor y visualizaron el festejo rival abatidos y sin respuestas pero con la entereza propia de un elenco que se entregó hasta el final por un objetivo que le resultó esquivo.

La figura

Rodrigo Aguirre desarrolló un interesante trabajo desde la zona media, donde mostró ubicación y distribución precisa en gran parte del cotejo. Además, sobresalieron las actuaciones de los delanteros de ambos elencos: Liendo y Fuente (hizo el gol definitorio) en la “U”, como Marín y Basualdo en Yrigoyen.

El árbitro

Federico Beligoy mostró su impronta en el campo de juego y en el penal fue evidente el “manotazo” de Burello a Hernández. Buscó imprimirle ritmo al cotejo y acertó en la mayoría de los fallos, aunque no vio un claro golpe al rostro de Acosta a Barbuio (el línea Mercol, de frente a la jugada, tampoco informó).

La campaña

Fecha Rival/Cond. Rtdo. Goleadores
1 Libre
2 Argentino (V) 1-1 Liendo
3 Yrigoyen (L) 2-1 Villagra y Fuente
4 Playosa (V) 2-0 Truglio y Vicario
5 Unión C. (L) 3-1 Barbuio 3
6 U. Social (V) 4-1 Fuente 3 y Barbuio
7 River (L) 3-0 Ostiatti 2 y Truglio
8 Libre
9 Argentino (L) 2-2 Ostiatti y Barbuio
10 Yrigoyen (V) 1-1 Liendo
11 Playosa (L) 7-0 Liendo 2, Fuente 2, Barbuio 2 y Moreno
12 Unión C. (V) 1-2 Vicario
13 U. Social (L) 5-1 Ostiatti 2, Barbuio 2 y Fuente
14 River (V) 0-0 -
4tos. de final
Ida Española (L) 3-0 Ostiatti 2 y Fuente
Vuelta Española (V) 3-0 Fuente 2 y Liendo
Semifinales
Ida San Lorenzo (V) 2-2 Ateca y Fuente
Vuelta San Lorenzo (L) 2-0 Liendo y Barbuio
Finales
1ra. Yrigoyen (V) 1-0 Barbuio
2da. Yrigoyen (L) 2-3 Truglio y Barbuio
3ra. Yrigoyen 2-1 Liendo y Fuente
PJ: 19. G: 12. E: 5. P: 2. Gf: 46. Gc: 16. Promed. de gol: 2,42.
Goleadores: Matías Barbuio y Mauro Fuente 12 goles; Paolo Ostiatti y Rodrigo Liendo 7; Martín Truglio 3; Diego Vicario 2 y Michael Villagra, Matías Moreno y Lucas Ateca 1.

El año en números

37.
Fueron los partidos que
disputó la Universidad Nacional en la temporada, siendo el equipo que más jugó en el
último año futbolístico de la Liga Villamariense.

22.
La cantidad de victorias que obtuvo entre los dos
campeonatos que tuvo el
fútbol villamariense. Además, protagonizó 10 empates y sólo sufrió cinco derrotas en todo el año. Por lo que, tuvo una
efectividad del 69,37%, sin dudas, una cifra que refleja la gran temporada de la “U”.

90.
La cantidad de goles que marcó en toda la temporada del fútbol doméstico, una cifra impresionante que queda expuesta en la capacidad goleadora de su tridente
ofensivo titular: Fuente, Liendo y Barbuio, como así también de Ostiatti y demás jugadores. De esta manera, anotó casi dos goles y medio por partido. Sólo le anotaron 36 goles.

25.
Las conquistas de su máximo goleador en toda la
temporada, Mauro Fuente. Ahí nomás, a un gol, lo siguió Matías Barbuio con 24
conquistas, mientras que Rodrigo Liendo anotó 14 goles. Luego siguen Paolo Ostiatti (11), Martín Truglio (6), Diego Vicario (2), Nicolás Rodríguez (1), Rodrigo Aguirre (1), Gustavo Reyes (1), Michael Villagra (1), Matías Moreno (1) y Lucas Ateca (1).