Charlie Rich, apodado en su país de origen “El Zorro Plateado", finalmente consiguió su éxito más elocuente en 1973, con una exuberante obra country titulada "Behind closed doors" (Detrás de las puertas cerradas).
Los críticos lo definieron como insulso y, ciertamente, dice poco de la versatilidad de Rich como cantante y pianista de talento. Esta última apreciación, a decir de cierta prensa especializada en asuntos musicales. De hecho, el legendario productor Sam Phillips, que consiguió que Charlie firmara para el sello Sun Records en 1957, llegó a deslizar una recordada y asombrosa afirmación, cuando públicamente manifestó que "El Zorro" tenía talento para convertirse en el único rival serio de Elvis Presley. El larga duración producido una vez más por el reconocido arreglador Billy Sherril, iba lanzado descaradamente en busca del éxito comercial. Cierta parte de la prensa que atendía los aspectos musicales por aquellos años, opinó que Rich necesitaba un bombazo pero que, finalmente, lanzó una compilación por demás satisfactoria. La canción que le da título al álbum, se convirtió en número 1 en las listas específicas de los mejores country y llegó al puesto Nº 20 en las principales listas del pop. Los puristas del country esbozaron ciertas quejas al respecto, pero a pesar de ello, el disco en cuestión convirtió al cantante en el gran preferido de las canciones del género. La canción "estrella" del LP, tal vez la más difundida y reconocible en todo el mundo, es la que se tituló "The most beautiful girl" (La chica más hermosa). La obra en general se quedó con una ristra de premios que incluía los de la asociación de música country (CMA), para disco, sencillo, vocalista masculino y artista del año. Charlie Rich, supo componer mejores canciones, pero jamás había logrado antes ser tan popular en los Estados Unidos. Este panorama sentó el precedente para el "country comercial" de comienzos de la década del ‘70. Sus "puertas cerradas" se abrieron para dar lugar a un puñado de canciones adultas, románticas y profesionales. El disco larga duración vendió cuatro millones de copias y se publicó en febrero de 1973.
Teatro en el Rivadavia
En este espacio de recuerdos que acordamos reflejar con los amigos del periódico, me toma por sorpresa uno que me seduce de manera singular. Durante la década del ‘70, siendo yo estudiante en el Instituto Secundario Bernardino Rivadavia, la dirección del establecimiento decidió incorporar al plan de estudios vigente las actividades extra-áulicas. El alumno podía escoger entre 10 ó 12 disciplinas diferentes y aplicarse a ellas durante hora y media aproximadamente, los miércoles y sábados al finalizar el dictado convencional de clases. Recuerdo que disponíamos (para elegir, entre otras) de coro, conjunto instrumental, filatelia, actividades manuales y teatro. Precisamente en esta última entré porque lo de la expresión corporal era mi fuerte, al menos así lo sentía y fui dueño de una rica experiencia, bajo la coordinación del querido y recordado profe César Carducci. Con él mantuvimos una comunión espiritual muy especial. Realizamos obras y viajamos juntos por las sierras llevando nuestra oferta de artistas incipientes, pero satisfechos. Una reconfortante experiencia sin dudas.
Hasta la próxima...
Atilio Ghezzi
Especial para EL DIARIO
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