El sábado pasado, el conjunto multiartístico local Belosanta actuó en el restaurante y bar El Portal. En una suerte de muestrario de sus habilidades, los integrantes mecharon música, improvisación, malabares y teatro.
La actuación sirvió como cierre de un ciclo de fechas, antes de un impasse previsto para reunir nuevas ideas y continuar más adelante con el proyecto de la banda.
En cuanto a su trayectoria, el talentoso grupo surgió como un vínculo de amistad entre Lucas Destéfanis y Conrado Vassia. Sin embargo Matías Sánchez, Fernando Mondino y Alejandro Artacho decidieron formar parte de este proyecto musical tiempo después.
Ya llevan diez años recorriendo escenarios, caracterizados por la versatilidad al momento de crear. "Comenzamos con música y cada uno fue aprendiendo distintas disciplinas, de a poco se fueron añadiendo más cosas", cuenta Lucas.
Se comunican a través de los sonidos y en su presentación suelen hacer un recorrido por distintos ritmos como el jazz, música hindú, funk brasileño, reggae y ritmos latinos combinando una variedad de elementos que enriquecen su creación musical en el género fusión. Es por ello que nunca han hecho covers de ningún artista con la finalidad de adquirir y establecer una personalidad para la banda.

Música, teatro, malabares y circo

De igual manera, complementan su estilo musical con el teatro y la puesta en escena acorde con cada ritmo, haciendo uso de fuego, malabares y arte circense con la intencionalidad de darle variedad al espectador. La improvisación es parte esencial del espectáculo con el que pretenden agregarle elementos adicionales a la música.
Conrado Vassia lleva el compás con el violín y Alejandro Artacho -músico no vidente- se encarga de la interpretación de la trompeta acercando el público al jazz. Mientras que Lucas Destéfanis aporta emoción con su voz, Matías Sánchez es el destacado de los instrumentos de cuerda, pasando por la guitarra acústica así como eléctrica y el contrabajo. Por último Fernando Mondino se enfoca en todas las secciones de percusión. También recurren a la utilización de varios instrumentos que han fabricado ellos mismos, como aerófonos, de cuerda y percusión, en madera y metal.
Además de la música y el teatro integran otra disciplina: la poesía. Como parte del espectáculo adaptan poemas, algunos de su autoría, transferidos a la música o, en otras ocasiones, los recitan de manera tal que la letra complemente al sonido.
Sus intervenciones en Villa María han sido generalmente en pubs y bares. Fuera de estas latitudes, han sido invitados a diferentes localidades de las sierras de Córdoba. Pese a ello cuentan que por lo general, es poca la oferta de espacios para la música joven.

Lía Valero
Especial