Entrevista: Gustavo Ferradans

Gustavo Beccaría, por segundo año consecutivo se convirtió en el único villamariense participante del Rally Dakar. El navegante local participó junto al piloto chileno Cristóbal Vidaurre, integrando el equipo trasandino AutoGasco Rally Dakar y tuvieron que abandonar el pasado domingo luego de cumplir una buena labor, en la séptima etapa Copiapó-Copiapó
Recién llegado desde Chile, con algo de barba, claro signo en su rostro de la reciente experiencia, el reconocido navegante local dialogó con EL DIARIO de esta experiencia inolvidable y única como es la de correr esta exigente prueba.
¿Cómo viviste esta nueva experiencia y cuál es tu balance?
-“El balance siempre es bueno por la experiencia que uno va adquiriendo. Este fue mi segundo Dakar. Siempre se aprenden cosas nuevas y se tienen vivencias nuevas. El balance es positivo, más allá que no pudimos llegar a Lima.”
¿Tiene algún punto de comparación el Dakar con los otros tipos rallíes, como el Cordobés o el Argentino, que habitualmente corres?
- “Son totalmente diferentes, No tienen ningún punto de comparación bajo ningún aspecto; no hay que compararlos. El Dakar es una carrera muy mística, muy rara, muy contradictoria por lo que uno siente. Por ahí uno está en un momento y se pregunta ¿qué hago acá?, ¿por qué no estoy en mi casa? Y cuando te vas de la carrera, terminas o abandonas, uno piensa cómo hacer para correr, nuevamente, el año que viene. Es muy misteriosa la carrera en sí. Lo comprobé hablando con otros competidores que le pasa exactamente lo mismo.”
¿El desafío de la carrera es terminarla?
- “Sin dudas. Hay una sola cosa que hay que ganarle y es al Dakar. Ganarle al Dakar ya es un triunfo. Llevar a la meta final es un verdadero logro. Después lo otro, lo del puesto viene solo.”
Venían bien en la carrera y el motor sufrió un problema de temperatura que fue determinante para que tuvieran que desertar.
- “La verdad que veníamos muy bien. Llegamos al puesto 38. En Fiambalá tuvimos un problema de temperatura, veníamos con la temperatura muy al límite y se rompió una manguera del radiador. Eso hizo que el auto se caliente. Pudimos llegar al Vivac. Le cambiaron la junta de la tapa de cilindro, el auto quedó herido, no quedó bien. En la etapa Copiapó-Copiapó, que es muy dura, y es la etapa bisagra de la carrera, donde se producen la mayoría de los abandonos, hicimos una primera parte bien y cuando faltaban 100 kilómetros para llegar, que es donde vienen las dunas más altas y complicadas; comenzó a calentar de nuevo el auto y ahí ya se calentó demasiado. Si bien pudimos llegar, teníamos una camioneta “mochilero” que nos venía siguiendo por detrás, nos llevó a tiro hasta el vivac. Llegamos el domingo a las 15.30. Habíamos salido el sábado a las 9.30 de la mañana. Estábamos cansados, hambrientos, y el motor no había forma de repararlo. Ahí se tomó la determinación de abandonar.”
¿Aquella noche fue la que tuvieron que dormir en el desierto?
- “Exactamente. Esa noche dormimos en el desierto. Una buena experiencia. La amplitud térmica es enorme. Tenés temperaturas en el día superiores a 40 grados y de noche baja a 8 ó 9 grados. Nos pusimos la campera pero el frío se sentía igual. Lo que no tiene precio es ver el cielo estrellado, con luna llena, como nos tocó ver. Daba la sensación que se podían bajar las estrellas con una mano. Impresionante.”
El Dakar tiene aspectos poco conocidos. Cuando largás una etapa, no sabés si vas a llegar al final de la etapa. ¿Qué te exigen llevar en el auto desde la organización en agua y alimentos?
- “La organización te obliga a llevar como mínimo 5 litros por cada ocupante del auto. En mi caso siempre llevo más y nosotros llevábamos mucha porque sabíamos que teníamos problemas de temperatura. Además te dan una vianda, que consta de un paquete de papas fritas (por el tema de tener que comer salado cuando hace calor), dos barritas de cereales, quesitos untables, unas galletitas, y un lata con alimento envasado al vacío que es rico en proteínas, minerales y nutrientes que necesita un piloto. Es muy rico. Eso te lo da la organización antes de largar, todos los días, para llevar en el auto. Lo único hay que racionarlo, porque uno no sabe cuánto tiempo va a estar y cuándo va a volver al vivac. Por eso en el Dakar uno baja de peso. Uno desayuna y no sabés cuándo vas a volver nuevamente. Cuando nos quedamos en el desierto, yo comí esa noche, me guardé una barrita de cereal para la mañana, como desayuno. Recién volvimos a comer a las 15 horas cuando llegamos al vivac. Cuando llegamos al vivac casi me tienen que atar las manos del hambre que tenía cuando llegamos al comedor.”
¿Una vez que terminas una etapa te dan la información de la etapa del otro día?
- “Cuando uno llega al vivac, te dan libro de ruta del día siguiente, el código de GPS, que lo habilitan día a día, y todas las modificaciones que se pueden haber hecho del libro de ruta. Eso uno tiene que corregir y modificar el libro de ruta para el otro día. Todas las noches se realiza una reunión, donde la organización cuenta los detalles de la etapa del día siguiente, en qué puntos tener cuidado. En general es un comentario hablado de cómo será la siguiente etapa. Cuando terminas una etapa, lo primero que querés hacer es darte una ducha y dormir, para estar bien al otro día.”
Tanto en las redes sociales y en su página web el equipo chileno Autogasco tuvo muchos elogios hacia vos. Por lo que se observa tuviste una buena relación con todo el equipo.
- “Con Cristóbal Vidaurre nos conocíamos del rally de Chile. No habíamos corrido juntos, pero teníamos una excelente relación. En un tiempo fuimos competidores directos, de pelear segundo a segundo cada carrera. Es un excelente piloto. El corría en Enduro, en motos, y tiene una visión muy especial. Venía manejando muy bien en este Dakar. En las dunas, en la arena, manejó excelente. Nunca se desesperó; hay pilotos que los traiciona la ansiedad y quieren acelerar donde no se debe. Cristóbal fue muy cauto, aceleró donde se debía y cuidó donde había que hacerlo. El auto no se rompió por culpa del piloto, fue un hecho fortuito. El equipo nos atendió excelente, estuvieron siempre con la mejor predisposición para arreglar el auto. Cuando llegamos al vivac el domingo, tenían medio motor listo para cambiar y ponerse a trabajar. El día que cambiaron la junta de la tapa de cilindro se quedaron trabajando toda la noche. El equipo fue impresionante.”
¿El novelón del Dakar fue lo de “Orly” Terranova?
- “Lo de Terranova no sorprende a nadie. El que lo conoce a Terranova no le puede sorprender lo que hizo. Creo que no tiene ni siquiera defensa ni vale mencionarlo. Creo que debe replantear directamente su vida. Ha demostrado ser un piloto muy rápido, pero todos los que lo conocemos en este ambiente sabemos lo que es Terranova, deja mucho que desear como persona.”
¿Al Rally Dakar 2013 lo querés correr?
- “Esto es muy místico. Esta carrera es misteriosa, como decía antes. Podés llegar a decir nunca más quiero correr esta carrera y después que termina todo, uno piensa que hacer para volverla a correr el año que viene. Hay que ver. Falta mucho, hay que plantear este año primero y luego ver que pasará el año próximo.”