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Muchas mamás creen que no serán capaces de soportar las contracciones |
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La primera etapa del trabajo de parto tiene que ver con la dilatación y dentro de este tiempo la mamá vivencia diferentes situaciones y es por eso que se la ha dividido en tres fases “fase latente, fase activa y fase de transición”.
Cada fase se caracteriza por sus propias peculiaridades fisiológicas y emocionales. ¡Vamos a conocerlas!
La fase latente se caracteriza por ser la más larga, las contracciones son más espaciadas y suaves, este tiempo es para que te prepares en tu casa para la llegada del nacimiento. En este tiempo el cuello del útero se dilata entre tres y cinco centímetros, lo cual indica que un porcentaje alto de la dilatación se completará en esta fase. Es muy importante que durante este período te mantengas en actividad y haciendo tu vida normal, en tu casa o trabajo, sin excesos, ahorrando tus energías para el momento final. Si tienes la posibilidad de pasar este momento en tu casa puedes aprovechar para escuchar música que te relaje, bañarte o terminar de preparar los bolsos para la clínica. Si tienes necesidad de comer algo, elige alimentos de fácil digestión y que te llenen de energía. La respiración durante las primeras contracciones tiene que ser normal y a medida que las mismas se van haciendo sentir deberás utilizar la respiración lenta y profunda.
Durante este primer momento de dilatación no es necesario que llames al médico, ya que si sos primeriza seguramente estos son los primeros pasos de una caminata larga, pero si sientes mucha incertidumbre o tienes temores no dudes en consultar con tu médico para seguir disfrutando de este hermoso momento.
A medida que la fase latente va llegando al final, el esquema del trabajo de parto cambia. Las contracciones se comienzan a sentir en la zona de la espalda y pubis, se hacen más largas y son más seguidas. Este es el momento de cargar los bolsos y de dirigirse a la clínica (“una contracción cada cinco minutos, sin el deseo de pujar”).
En este momento del trabajo de parto tu atención estará en lo que pasa con las contracciones y tratarás de entregarte a la dilatación para que todo salga bien y termine lo antes posible. La fase latente es larga y silenciosa, al contrario la fase activa es para dilatar a nueve en poco tiempo y es por esa razón que es más fuerte. Durante este tiempo el acompañante tiene que estar atento a las necesidades de la embarazada y alentarla para que siga respirando y pensando en el bebé. El esquema de respiración en este momento debe ser profundo, lento y a conciencia. Las posiciones tienen que favorecer a la dilatación: cuclillas profundas, abrazada con el acompañante y movimientos de lado a lado de la pelvis, cuatro apoyos (posición de banco), etcétera.
La gran fase es la de transición, éste es el punto culminante, aquí las contracciones son de un minuto por un minuto de descanso, ¡estás por conocer la carita de tu bebé!
La dilatación se completa y la cabeza del bebé comienza a abandonar el útero para entrar en el canal del parto, en este momento el cuerpo se prepara para la expulsión.
La etapa de transición es relativamente corta. Comenzarás a sentir la necesidad de pujar, ya que tu bebé va a comenzar a descender por tu vagina. Quizás te sientas con miedos y cansada, puedes llegar a pensar que no sos capaz de soportar la intensidad del trabajo de parto, el acompañante tiene un papel muy importante en esta etapa ya que tendrá que sostener y alentar a la mujer. Cuando el trabajo de parto se vuelve intolerable ya estás en la sala de partos y pasando a la expulsión.
El aliento y acompañamiento de la pareja y de quien te atiende son fundamentales para vivir el nacimiento como un momento de pleno placer y felicidad.
Si tienes la necesidad de pujar debes contarle al médico, él se preparará para pasar a la siguiente etapa: el nacimiento. Muchas veces las mamás en trabajo de parto creen que no serán capaces de soportar las contracciones, que pueden perder el control y con ello dañar al bebé. Generalmente las mamás que no pueden colaborar en el parto son aquellas que no saben lo que está sucediendo o no se sienten del todo contenidas con el entorno. Es muy importante que hables con tu médico y con quien te acompañe en ese momento para que les cuentes cuáles son tus necesidades en ese momento.
El nacimiento del bebé se produce cuando la dilatación ya está completa. El bebé abandona el útero lentamente, rota en el interior de la pelvis, desciende por la vagina y nace.
Los indicios que te harán darte cuenta de que el bebé está por nacer son: necesidad de pujar, para muchas mujeres acompañar la necesidad de pujar es uno de los aspectos más satisfactorios de toda la experiencia del parto.
El parto es un proceso que se da en forma y tiempo, no hay que apresurar las cosas. Aunque estés ansiosa por ver a tu bebé, debes respetar los tiempos que marca la Naturaleza. El avance del período expulsivo será el que te guíe a encontrar la posición justa para realizar el pujo. Las posiciones que aprovechan la gravedad constituyen una garantía y pueden ayudar en el avance y descenso.
El vivir el nacimiento de tu hijo es una experiencia hermosa. Vívela con amor.
Viviana de los Ríos
Preparadora de Partos
Taller Gestación
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