Cuenta con un apellido que remite a uno de los más excelsos cantantes latinoamericanos, Pablo Milanés, y porta un perfil y un timbre de voz que recuerdan a un joven Silvio Rodríguez.
El muchacho en cuestión es Axel Milanés, quien se presentó el sábado pasado en Meroi Café, ante un público que poco a poco fue introduciéndose en la propuesta canturreada del músico cubano.
Junto al repaso de joyas de la trova cubana (ejercitando la didáctica en distinguir las distintas corrientes) como "Ojalá", el artista con guitarra en mano, dedicó su repertorio a interpretar canciones propias, ligadas tanto al pulso sensible y comprometido como a la libre creación. Ejemplo de este último caso es la simpática "Niño caníbal", de picaresco humor negro.
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