Todo indicaba que la función brindada el sábado pasado en Gula correspondería al último recital público del grupo Triama hasta el segundo semestre de 2009. Epoca en que el esperado primer hijo de la feliz pareja de la cantante Silvia Muñoz y el tecladista Marcelo Aranda haya tenido sus iniciales pasos de crianza.
Por eso, la expectativa depositada en el público era suficiente para que el trío, que se completa con la inoxidable voz de Lucas Arregui, aportara uno de sus clásicos, prolongados y exquisitos shows, hasta con temas dedicados a los diferentes habitués de la casa. La mancomunión entre músicos y asistentes es tal que los artistas ya conocen el gusto y las preferencias de gran parte de la audiencia. Como dato peculiar, Aranda reseñó que varias mujeres gustan de canciones interpretadas por Silvia y un bando de hombres aprecian el repertorio saboreado por Arregui. El conjunto se despachó con una selección de páginas indelebles, ya maduradas en su recreación, como "Yo vengo a ofrecer mi corazón" (Fito Páez), "A lady is a tramp", (Sinatra) "De vez en cuando la vida" (Serrat), un popurrí de tangos, "Seminare" (Charly García), "No es lo mismo" (Sanz), o "Cinema paradiso", la obra con el cual cerraron la velada, cerca de las 4 de la madrugada.
Habrá que esperar la vuelta.
J.R.S.
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