Ya en escena y ante un marco espectacular de público comenzó a rodar sus canciones más difundidas, mechadas con una excesiva cantidad de covers y de los más variados (en una suerte de “karaoke” versionó a Pappo, Sumo, Calamaro, La Renga y Vox Dei, sin contar pasajes de Cadillacs y Charly).
Entre los temas propios más aplaudidos se contaron: “Calavera”, “Melodía simple”, “Mago de la lluvia”, “Chino”, “Cabrón”, la gran balada “Dónde vamos” y el hit “Arde la ciudad”.
En los pocos minutos que le restaban antes del show, Quieto comentó ante la prensa que “para marzo o abril estamos preparando el nuevo disco, el cual no queremos tocar nada porque la gente no lo conoce. Hasta ahora tenemos doce canciones elegidas y las que queden fuera no se van a tirar sino que podrán servir para otro momento”.
Consultado sobre Amado Boudou, simplemente indicó: “Es un amigo y un colega nuestro -como guitarrista-. A él lo conocimos antes como profesional. Creo que hizo buen trabajo en la ANSES y como ministro. Después empezamos a tocar juntos como en Leones hace poco (en octubre)”. Al terminar el recital, y apelando a su carisma, no tuvo problemas para sacarse fotos y dialogar con sus pequeños fans. En una suerte de maestro de escuela les preguntaba sobre tablas matemáticas y consultas de Geografía. “Hay que estudiar, chicos”, los instaba.