“Qué lindo lugar. Qué bien que lo pasan acá, qué tranquilidad”, comentaba el cantante de la banda de pop/rock Ella es Tan Cargosa, Rodrigo Manigot, el domingo pasado en el Costanera Rock, después de escuchar al grupo local Pixel.
Así se dirigía al público tras interpretar sus hits más conocidos como “Llueve”, “Pretensiones”, “Ni siquiera entre tus brazos” (el más popular) y un cover de “Live or let die”, de Paul McCartney, que provocó hasta un pogo al filo del escenario. Tras el show, el artista habló con los medios sobre el satisfactorio presente de su banda y respondió además acerca de la Ley de la Música.
Rodrigo, quien actúa junto a su hermano Mariano (en guitarra), comentó que se hallan “muy felices” con el disco nuevo (“11”, en relación a los años de trayectoria). “Nos empezó a ir bien ahora que somos tipos grandes y eso se nota en los shows. Ayer tocamos hasta las cinco de la mañana. El tema de los horarios nos mató”, acotó en sorna.
En cuanto a recitales venideros indicó que “tenemos varias fechas en el interior del país pero no hemos cerrado la costa. Sucede que en los últimos veranos, la movida se ha cambiado, se ha volcado más a las provincias que al mar”. Consultados sobre su ausencia en el Cosquín Rock, indicó: “Escuchamos que un integrante de la organización dijo que éramos muy ‘light’. Nos sentimos tocados pero a veces es mejor tocar acá (Villa María) que ir allá por cinco o seis temas”. No obstante, agregó que Ella “es una banda todo terreno” y ahora, incluso, se está volcando más al rock.
Sobre la propuesta de una Ley Nacional de la Música, precisó: “Es cierto que falta legislación, sobre todo para las bandas nuevas, pero creo que el rock no debe depender tanto de los gestos del Estado, porque puede ser peligroso”.
Al mismo tiempo indicó que “cuando cerraron Cromagnón -que era un estadio para multitudes- en Buenos Aires y en el país empezaron a inhabilitar pubs y yo nunca vi que muriera alguien en un pub que es el semillero de las bandas de rock. Eso me parece ridículo”.

De Brasil

El domingo, entre el público, se hallaba Cassiana, de Río de Janeiro, que está de vacaciones por primera vez en Villa María y en su séptima visita en Argentina. Gustosa del rock “criollo”, se bailó todos los temas a puro ritmo.