Escribe:
Juan Manuel Gorno
(de nuestra Redacción)

Desde la vereda de la crítica, suelen llover cuestionamientos hacia la Liga Villamariense de Fútbol por diferentes cuestiones.
La infraestructura, los calendarios, la escasez de dirigentes (un mal impregnado en todos los ámbitos del fútbol y demás deportes), algunos campos de juego descuidados y las limitaciones que atraviesan quienes trabajan en las divisiones menores, forman parte de un cúmulo de carencias que invitan a la mirada pesimista dentro de una región que hace tiempo dejó de brindar estadios repletos.
Sin embargo, hay señales de osadía para demostrar cierta entereza del fútbol villamariense. Y como muestra de ello, ahí están, relucientes, seis clubes predispuestos a jugar el torneo Provincial, no sólo para exhibir sus propuestas, sino para embarrarse de lleno en la competencia.
“Nuestro objetivo es pelear arriba”, avisan desde sus ventanas cuatro entidades villamarienses y dos cabralenses, armadas hasta los dientes y sin temor a la vergüenza, mientras la Liga tiene pecho para inflar con motivos: es la que mejor número de participantes aporta a la competencia en todo el territorio cordobés.
A pocos meses de celebrar un subcampeonato provincial en el torneo de selecciones mayores, no es poco presentar semejante propuesta competitiva porque, de acuerdo a la valentía de subcomisiones y cuerpos técnicos -más la predisposición de los jugadores- está claro que ninguno de los seis clubes aparece frágil en sus planteles.
Universidad, empapado de gloria en la temporada (ganó Apertura y Clausura), buscó participar para seguir escalando su sueño de reforzar sus proyectos, esos que tienen presupuesto, pero que necesitan de más entusiastas seguidores.
Argentino, que también supo de festejos en el plano local y se dio tiempo para inaugurar su nueva morada, ahora se anima a proponer el “estilo Romero” a otras latitudes para ver si trasciende.
Unión Central, envuelto en hambre de gloria frente a lo que -a su entender- apareció la injusticia en el camino local, esta vez se recicló en subcomisión de fútbol y sumó jugadores interesantes desde la óptica de Carlos Bonaveri.
Alumni, luego de un año nefasto en resultados deportivos, también se rearmó en comisión y le dará rodaje a sus mejores valores jóvenes que aspiran a consolidarse en el Argentino A.
Colón, que supo infiltrarse entre los mejores de la provincia dos campeonatos atrás, redobló su esfuerzo para incorporar futbolistas de nivel y aspirar a lo máximo.
Y Rivadavia, atento a las movidas de su archirrival (contrincante en la misma zona), no se quedó atrás y se lanzó en búsqueda de valores con jerarquía.
En consecuencia, si repasa plantel por plantel, el Provincial encontrará grandes figuras de la talla de Matías Barbuio, Rodrigo Liendo, Diego Marín (en la “U”), Marcelo Santoni, Claudio Andrada, Mauro Fuente (Argentino), Martín Delfino, Mauricio Morales, Pascual Gudiño (Unión), Matías Bollatti, Fernando Maldonado, Roberto Vissio (Alumni), Leonardo Sandrone, Gustavo Cardona, Lucas Morre (Colón), Cristian Agosto, Martín Erregarena y Diego “Catoca” Rivera (Rivadavia), entre tantos que se pueden nombrar en los planteles.
Así, no quedan dudas que más allá de las carencias, en los clubes de la LVF sigue intacto cierto espíritu competitivo por demás elogiable, algo que posiblemente los lleve al protagonismo, aunque sólo hay lugar para uno en el salón del éxito.