“Vamos a pedir la reincorporación de todos los trabajadores, porque creemos que se trata de una obra sensible a la sociedad.” Lo dijo y lo repite cada día el secretario General de la UOCRA Villa María, Miguel Verón.
El titular de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), se refirió así al despido de los 45 trabajadores del obrador del nuevo Hospital y también a una nueva visita del ministro de Salud de la provincia.
Carlos Simons, responsable de esta cartera participó el lunes por la tarde en la ciudad de la presentación del nuevo Sistema de Atención Municipal de Urgencias: SAMU 107.
En dicha oportunidad, Simons, trató de transmitir tranquilidad a los ciudadanos villamarienses y de la región: “Hay que tener paciencia, todo marcha bien y el nuevo Hospital Regional Pasteur estará inaugurado en los próximos meses”, expresó.
Sin embargo, la palabras del flamante funcionario provincial no cayeron del todo agradables en los oídos de los obreros cesanteados.
Verón, en diálogo con un periodista de EL DIARIO, reconoció que hubo un contacto con la firma responsable de la construcción del nuevo centro de salud regional, Riva SA.
Cabe recordar que la constructora manifestó al gremio que el Estado provincial adeudaría certificaciones por siete millones de pesos.
“Desde la empresa nos han dicho que están realizando gestiones en Buenos Aires para poder continuar con la obra. Yo entiendo que se referirán a la posibilidad de cobrar la deuda que la provincia mantiene con ellos y de esta forma reincorporar a los compañeros que esperan poder terminar con lo que empezaron”, apuntó Verón.
Por otra parte, el sindicalista aclaró que hoy los trabajadores despedidos seguirán con las ollas populares a la entrada del nuevo nosocomio como lo vienen realizando desde el lunes y mantendrán dicha medida de fuerza “hasta que el último compañero sea reincorporado”.

Olla popular

La medida de protesta comenzó el pasado lunes, en el ingreso del nuevo Hospital Pasteur, como principal acción tomada por los obreros despedidos por Riva SA, con el objetivo de hacer oír sus reclamos en busca de una respuesta favorable a su reincorporación.
Los ex trabajadores de la obra todos los días se convocan en el acceso del predio de la construcción pasadas las 8 de la mañana y allí están hasta el mediodía, momento en el que concluyen la protesta con un almuerzo comunitario (el que incluye fideos y algunas gaseosas).

El conflicto

Los trabajadores volvieron del receso por las fiestas y vacaciones el lunes 9 de enero y ese fue el último día que trabajaron. El mismo día en el que retornaban a las tareas diarias en la mega estructura hospitalaria se les informó que no debían volver, sin mediar telegrama de despido que oficialice su condición contractual.
Según los ex contratados esta situación se veía venir porque los pagos ya venían atrasados desde la primera quincena de diciembre.
De jueves para viernes el gremio logró con la asistencia de la Secretaría de Trabajo local, que cada uno de los trabajadores recibiera su telegrama y la liquidación de haberes correspondiente.
Lo que resta y continúan reclamando es la recuperación de las fuentes de trabajo.