Ayer al mediodía llegó a Villa María un grupo de ciclistas que busca llevar un mensaje de concientización a través de una travesía por diversas localidades.
Fue recibido por Lucía Gigena de Deheza, mamá de Damián, fallecido en hecho de tránsito. La mujer impulsó la campaña de las estrellas amarillas en la ciudad tras el trágico suceso.
Los ciclistas partieron de Las Rosas, Santa Fe, el lunes 16 y esperan llegar a Villa Carlos Paz el sábado.
Liliana Trombetoni es una de las mujeres que está en esta comitiva y dialogó con EL DIARIO a poco de llegar a esta localidad.
“Partimos 21 personas desde Las Rosas. De esos 21, 13 son ciclistas, de los cuales cuatro son miembros de la campaña de las estrellas de Las Rosas y el resto amigos que se sumaron en esta iniciativa”, precisó la mujer.
“Salimos el lunes y pensamos llegar al mediodía del 21 a Carlos Paz; esta es la primera travesía ciclista que realizamos y nos está yendo muy bien”, afirmó.
“Nos detuvimos en Tortugas, Santa Fe. A todos los lugares en que hemos previsto detenernos llegamos al mediodía y nos vamos al otro día. Ayer (por el martes) estuvimos en Bell Ville, mañana (por hoy) estaremos en Oncativo y el viernes en Córdoba”, apuntó.
Anoche, en tanto, se realizó un acto en el teatrino del subnivel local a las 20.
“Recorremos en total más de 400 kilómetros, con ciclistas de 20 a 60 años”, puntualizó.
En el contigente, se encuentra Luis, un campeón nacional, el mayor en edad de todos los que emprendieron esta cruzada. Y también está un campeón provincial, Mauro Pérez. Se observó la presencia de un juez, un abogado, un policía, un estudiante, un comerciante y un concejal.
Y dos mujeres, madre e hija.

Una misión

Liliana recordó que la misión de esta travesía ciclista es llevar a las ciudades que no tienen estrellas el mensaje de la fundación, que busca prevenir hechos evitables.
“No hablamos de accidentes, porque la mayoría de las víctimas son víctimas de hechos de tránsito que se pudieran haber evitado, con prudencia, por ejemplo. Es cuestión, también, de ir cambiando de idea, no hablemos de accidentes, son hechos evitables”, advirtió.
Respecto a esta idea de andar por las ciudades en bicicleta para dejar un mensaje, observó que “la ruta 9 está fea, en malas condiciones” e hizo advertencias sobre la conducta de la gente.
“Si al estado de la ruta le sumas la imprudencia, el hecho de que circulen camiones a 100 kilómetros, con vehículos que se te tiran encima, entonces el panorama es malo”, declaró la entrevistada.
“Es mucha la imprudencia. Quizás si no lo fuéramos, no habría tantos casos fatales, tantas familias destruidas. Los argentimos somos tan competitivos que seguimos matando gente para pelearle en el ranking a México, país con el que compartimos esto lamentable de la mayor cantidad de víctimas por hechos de tránsito”, manifestó la entrevistada.

Después del dolor

Liliana apuntó que “a la mayoría nos pasó algo”.
“Algunos tuvieron la mala suerte de perder un hijo, en mi caso fue una sobrina y después se fue la mamá de pura angustia”, dijo.
“A mi sobrina la mató un borracho y siempre cuento que no pudimos cambiarle la ropa porque dejó el cuerpo desarmado”, contó.
Fue a raíz de semejante dolor que comenzaron a pensar en que algo había que hacer, algo para tratar de evitar que a los demás les suceda lo que a ellos les ocurrió.
“A partir de esto nos autoconvocamos con una amiga concejala y empezamos a desarrollar controles de alcoholemia. Y nació lo de estrellas, nos pareció bueno”, expresó.
Liliana llamó a los padres a convertirse en modelos a seguir por los hijos, para aumentar la conciencia.

Cambiar el modelo

“¿Quién no tuvo 20, 21 años? Tenemos el mundo comprado a esa edad, sé que los chicos no tienen actos imprudentes por malos, no es que por maldad circulan a alta velocidad o no se ponen el casco”, aclaró Liliana. “Pero (advirtió), para eso estamos los padres. Para decirles que usen el casco, que utilicen el cinturón. Si no actuamos, los chicos no tienen un modelo a seguir”, afirmó.
“Tengo 52 años y nosotros pasamos de un modelo en que imperaba lo prohibido a un modelo donde todo está permitido. Y estamos dejando este mundo de porquería; se ven las consecuencias de esa libertad absoluta. Esto busca revertir lo que estamos pasando, cambiar el camino. Creo que se solucionará cuando los chicos que están en el jardín de infantes sean adolescentes, porque ahora en el jardín ya empiezan a tener en cuenta la concientización vial”, consideró Liliana.
“Conozco una docente que circula a contramano, en bici con todos los perros. Con qué autoridad se enseña entonces educación vial. Y uno ve que la Policía pasa un semáforo en rojo o te estaciona en doble mano; esto sucede en todos lados e imagino que en Villa María también”, opinó la entrevistada, de la ciudad de Las Rosas.