@ La posición de una concejala villanovense

Señor director:
Desde hace seis meses tengo el orgullo de ser concejala de Villa Nueva.
Mi bloque unipersonal es Frente Todos por San Martín. Desde mi banca he aprobado y desaprobado ideas que estaban o que no estaban en mis convicciones.
No me he incorporado a ningún grupo. Mi intención y mi grupo son los villanovenses. Por ellos he presentado proyectos que han sido aprobados por unanimidad, así como he aprobado y avalado muchos proyectos de la Unión Cívica Radical y del Frente para la Victoria.
Soy oposición. Pero según mi definición, la oposición debe ser constructiva. No se trata solamente de decir “no”. Todo lo que sea para bien de mi ciudad lo voy a aplaudir y lo que no se llevará mi negativa.
El haber aprobado iniciativas del oficialismo no significa integrarme a su grupo, como así tampoco lo he hecho al del radicalsimo.
Repito, mi banca es unipersonal, es del Frente Todos por San Martín y me enorgullece. Soy oposición y seguiré trabajando por ella recorriendo las calles para conocer las prioridades de los vecinos como lo hice hasta hoy.

Olga Vivas Concejala de Villa Nueva


@ Lecciones y enseñanzas de un conflicto

Señor director:
Es importante recoger para las luchas futuras de los expulsados del modelo, las enseñanzas que nos dejaron estos 128 días de acoso sojero.
Por ejemplo: cuando el Gobierno provincial no aumente a sus empleados, los maestros podrían bloquear las entradas de las escuelas para que no entren los alumnos hasta que les aumenten sus salarios, los policías podrían salir a las rutas a cobrar peaje en beneficio propio. Cualquier vecino indignado podría derribar torres de electricidad ante los aumentos de las tarifas eléctricas.
En caso de que escasee el aceite comestible, enardecidas amas de casa podrían sabotear las vías del ferrocarril de la aceitera de Roberto Urquía hasta que aparezca el aceite.
Si faltara o aumentara la polenta o el pan, los excluidos de la fiesta liberal podrían decomisar las cargas de los transportes de alimentos hasta que se normalice la situación, lo mismo podría ocurrir con los transportes de hacienda a Liniers o los camiones térmicos, para que la carne no cueste 80 pesos.
Los desocupados también podrían interceptar en las rutas a los transportes de caudales para obtener un “instantáneo” seguro de desempleo.
Con toda seguridad contarían con algún Joaquín Morales Solá que califique a todos estos delitos como justos reclamos sectoriales.
Deberíamos además aprender de magistral clase de acción psicológica de masas de los que transformaron en “militantes sojeros” a cientos de hombres y mujeres del “campo popular”; como así también destacar la habilidad de haber colocado “los huevos de la serpiente” en el lugar adecuado en el momento correcto.
Por último, me queda enviarles una felicitación por haber conseguido que: Ripoll y Alderete, les sirvieran en bandeja a Miguens y Llambías, las tortas fritas de Castells.

H.R.F
DNI 6605314