Rampas bien construidas en espacios públicos, como escuelas y universidades, baños adaptados, estacionamiento disponible, negocios con acceso adecuado, son algunas de las demandas que para las personas que tienen discapacidad motriz y que deben transitar en sillas de ruedas son fundamentales.

En grupo desde hace cuatro años

El grupo "Los Rengos" está en funcionamiento hace cuatro años y es integrado por Lucas Basualdo, Lucas Gil, Ana Sors, Mayra Sánchez, Mario Colomino, Sylvia Giacomelli, Cecilia Lepori, Eugenia Vázques, Carlos Pellegrini, Norberto Piacentini, Martín Galdeano, Gabriela Goitea y Gisela Lucena.
Empezaron contando sobre el panorama de la ciudad en relación a la discapacidad y Basualdo afirmó "la situación es muy pobre en cuanto a rampas, muchas de las que existen están muy empinadas y cuesta mucho subirlas y en algunas esquinas no existen", en la misma línea Gil dijo: "Yo he aprendido a sortear los obstáculos ya que tengo este problema desde mi nacimiento, pero las personas que antes caminaban y por algún accidente quedaron en sillas de ruedas tienen menos experiencia, por eso pueden tener más dificultades al transitar".

Accesos ausentes

Las personas con discapacidad motriz que deben usar las sillas de ruedas luchan por ser cada día más independientes pero se encuentran con uno de los mayores obstáculos al transitar, es la falta de accesos que hace en muchos casos, deban ser acompañados, "ir por la vereda se convierte en un Dakar, haciendo de un paseo una situación estresante que no te den ganas de salir" expresó un integrante.
En relación al transporte, dijeron que es imposible viajar en los urbanos ya que no están adaptados para llevar personas con sillas de ruedas.
En el transporte interurbano o general, muchas veces cuando le tienen que dar el lugar gratis en las boleterías ponen excusas que ya está cubierto el cupo.
En el caso del remise, generalmente no paran o no buscan a personas que estén en silla de ruedas, que imposibilita a las personas que tienen que ir a realizarse su terapia y no tienen transporte propio.
En la ciudad sólo hay uno sólo que está adaptado para llevarlos pero tiene una tarifa mucho más elevada que el resto por lo cual algunos no lo pueden pagar.
Si una persona que está en silla de ruedas quisiera ir al baño de la Municipalidad, de la Terminal u otros espacios públicos o privados, tendría que hacer peripecias y correr el riesgo de caerse, ya que los baños para discapacitados brillan por su ausencia y los pocos que existen son usados como depósitos.
La parte edilicia y la cuestión arquitectónica es la más importante, en el casco céntrico hay rampas que están hechas en algunas esquinas, "cuando cruzás de una a otra te encontrás que no hay rampa, a veces es conveniente andar por la calle, se nota que hay una incoherencia edilicia porque deberían preguntarnos cómo hacerlas para que sean eficientes" manifestaron.
Una de las rampas más difíciles de superar aún con acompañante, coincidieron que es el puentecito del subnivel, pero que en la costanera hay muchas mal hechas, muy difíciles de subir pero al bajar es "muy divertido, por la velocidad".
En los negocios también se fijan antes de entrar, porque los escalones obstaculizan la entrada, por ende muchos deberían hacer una pequeña inversión y modificarla para contribuir a la construcción de una ciudad inclusiva.
En muchas de las rampas que están construidas "es muy notable que no han sido consultadas las personas que las usamos porque o son muy altas o angostas, nadie nos pregunta cómo deben ser ya que hay sillas de diferentes tamaños y así cometen errores a la hora de construir" dijo Gil.
En los estacionamientos que están predeterminados para los discapacitados en muchas ocasiones, han comentado a este medio, están ocupados por los carritos de compra o por otros autos que cuando se van a quejar no hacen nada para solucionarlo.
Teniendo en cuenta la insistencia que han tenido en la Municipalidad en el área correspondiente siempre son postergados, y el proyecto que se ha presentado en 2004 para hacer 5.000 rampas quedó archivado.

Personalidades

A pesar de la dificultad para movilizarse, los integrantes de este grupo remarcaron que cada día tratan de ser más independientes y poder manejarse solos.
Uno de los integrantes, Lucas Basualdo dedica su tiempo al deporte combinando natación y pesas llegando a competir en diferentes puntos del país. Ahora se entrena para prepararse para competir en la Paralimpíada 2016 (competencia para discapacitados).
Gabriela Goitea y Gisela Lucena empezaron el año pasado a actuar y lo hicieron en la obra “El avaro de Molière”, pero anteriormente trabajaban de instructoras en la Fundación Argentina para Personas Especiales en Buenos Aires enseñándoles cómo manejar la silla y asesorándolos en las leyes, sexualidad, salud, entre otro ejes.
En la obra estrenada en el teatro “Globo Rojo” actuaron con personajes que nada tienen que ver con la discapacidad, la silla era como un accesorio más "yo creo que es la primera vez que se ve algo así, porque generalmente cuando se usan sillas de ruedas se hace énfasis en la discapacidad", dijo Cecilia Lepori.
Por otra parte, se encuentra Ana Sors que es diseñadora gráfica y que trabaja actualmente en la revista "Crecer juntos", "empecé a estudiar de grande porque había mucha discriminación y la gente me veía mal, ahora las cosas están cambiando en ese aspecto" señaló Sors.
Otra de los integrantes, Cecilia Lepori estudió Psicopedagogía con mucho esfuerzo, Mayra Sánchez es fotógrafa y se encarga de la parte audiovisual, la mayoría del grupo tiene una profesión o trabajo que los hace estar completamente integrados a la sociedad, aunque se les haría más fácil si tuvieran una estructura edilicia adecuada que "con poco dinero y voluntad se puede lograr" concluyeron.