Especial para EL DIARIO

Rivadavia de Arroyo Cabral alcanzó ayer a sumar un buen punto en Las Higueras, donde igualó 1 a 1 con Centro Social, en partido que se disputó después del acto inaugural del torneo Provincial que organiza la Federación Cordobesa de fútbol.
El conjunto conducido por José Luis Danna debió sacrificarse para robarse algo en condición de visitante. Y lo hizo con inteligencia y personalidad, ante un rival que por momentos lo complicó y ejerció una leve supremacía que no supo trasladarla a la red.
Lo importante es que Rivadavia no dudó en salir a mostrar su potencial en Las Higueras y, apenas comenzó a rodar la pelota, tuvo casi diez minutos de protagonismo absoluto que Centro Social tardó en neutralizar.
Así, sin especular, el “Verde” marcó la diferencia en el arco contrario. A los 12 minutos, Pablo Fernández organizó una jugada con derecha y, mientras todos los defensores rivales esperaban el centro, el volante la tiró al primer palo y confundió al arquero; la pelota pasó de largo y allí apareció Juan Peretti para empujarla al gol.
Recién después de la conquista reaccionó Centro Social, que tuvo el mérito de empatar enseguida, antes que Rivadavia encontrara la tranquilidad en la posesión de la pelota.
La igualdad del local se dio por intermedio de una jugada con pelota detenida, cuando el defensor González entró para cabecear una pelota que fue enviada desde lejos, de derecha a izquierda.
Precisamente, el juego aéreo fue un talón de Aquiles para Rivadavia, que tuvo algunos inconvenientes para contener al exigente Gribaudo, centrodelantero del equipo local.
Centro Social tuvo chances de aumentar en el primer tiempo, pero la propia mala definición y las intervenciones del arquero del “Verde” no modificaron el resultado.
En el segundo tiempo, el partido no pasó de discreto. Fue malo y parejo, con mayor énfasis para atacar por parte del local, aunque con más oficio para manejar los tiempos desde el equipo de “Marota” Danna.
El técnico, además, metió un cambio interesante: Ingresó Andrés Lazo (defensor) y salió Nicolás Domínguez (delantero), con el simple objetivo de anular de una vez por todas la presencia intimidante de Gribaudo.
Mientras, en el mediocampo, el equipo cabralense trató de cuidar el esférico con el buen trato de Lucas Damiani, quien se adueñó de su sector distribuyendo criteriosamente, ante la desesperación del local por lograr los tres puntos.
Al final, el “Verde” se aferró al punto y volvió tranquilo, a la espera del gran clásico contra Colón.