El doctor Jorge Roland (foto), presidente del Club “Argentino y Biblioteca Popular Sarmiento”, se refirió al desarrollo de infraestructura que caracteriza a la entidad en los últimos años; con detallada reseña de la obra consumada y derivada de un trabajo integrado que simplemente pretende el beneficio de socios y comunidad.
Definió como “puntapié inicial” de toda esta planificación, “a la construcción del gimnasio cubierto donde se practica básquet y vóley, en realidad fue una obra que nos hizo perder el miedo a los emprendimientos importantes”.
Sostuvo “que todo esto nos genera un continuo trabajo de mantenimiento, pero con esfuerzo sostenido vamos cubriendo las necesarias inversiones”. “Después vino” -prosiguió- “la construcción del sector de bochas con instalación de un comedor para ciento veinte personas y con asadores incluidos, completando dicho ámbito con varias mejoras para dejarlo en condiciones y para su aprovechamiento efectivo”.
“La planificación contempló además la instalación de gas en todas las dependencias del club; como ésta siempre se presentan exigencias en infraestructura que vamos superando con el esfuerzo asociado de todos.”
“Como el tenis es otro deporte muy practicado en la entidad, construimos después una cancha para prácticas rápidas, sacando una de padel que ya no cumplía funciones específicas.”
Indicó el titular: “Esperamos este año y con una serie de mejoras poner a punto este sector de recreación deportiva y activarlo, puesto que todavía no tuvo la utilidad que se esperaba.”

Gimnasia con aparatología

El doctor Roland definió como obra importante la reciente instalación de un gimnasio con aparatología especial para musculación con dieciséis implementos nuevos, más ambiente adaptado a cada época o climatizado; “una construcción nueva que vino a cubrir un espacio desaprovechado; agregando así una actividad que es muy importante para complemento y apoyo en nuestras prácticas deportivas”.
En cuanto al sostenimiento institucional sostuvo, “que tenemos una masa societaria de quinientos inscriptos, con cuota ciertamente accesible, donde todos pagan veinticinco pesos de aporte mensual; agregándose para práctica especial deportiva de jóvenes o chicos un plus para costear el trabajo de profesores, elevándose a cuarenta mensuales”. “Lo destacable” -definió- “es que los socios cumplen, pero el secreto de todo esto también está en una administración con estilo doméstico, donde no se gasta más de lo que ingresa y lo que sobra se invierte en obras”. Destacó en su análisis, “la relación con la Mutual Almafuerte, con la que constituimos una especie de sociedad, percibiendo nuestro club alquiler por las propiedades del centro, recibiendo un porcentaje de sus utilidades mensuales y ciertamente les hemos brindado una cantidad de gente importante para que operen con dicha entidad”.
Como expectativa a futuro u obra ideal proyectada, Roland mencionó “la posibilidad de construir una pileta en algún sitio del club que se adapte; aspecto que evaluamos y estamos estudiando para determinar de dónde van a salir los recursos necesarios para solventar esta iniciativa”.