Sofia Toribio es hija de la también pintora María Liliana Macario. Cursó la Licenciatura de Pintura de la Universidad Nacional de Córdoba. El año pasado ganó el premio al artista villamariense en el Salón de Pintura Domingo José Martínez y otro galardón en el Primer Salón de Pintura de la Escuela Superior de Bellas Artes.
En diálogo con EL DIARIO, habló de su oficio, y de sus perspectivas acerca del mismo:
¿Qué sentís cuando tu arte está tan bien considerado por diversos jurados?
Es sobre todo un estímulo, algo que te gratifica y te incentiva a seguir. Siempre teniendo en cuenta que las decisiones tienen una carga subjetiva y los jurados siempre son personas, capacitadas y reconocidas en el circuito artístico, pero que no tienen la verdad absoluta (si es que hay una).
Tomo los concursos muchas veces como una excusa para ponerme a producir, me da una fecha fija a la cual tengo que tener cierta obra terminada.
Es bueno saber que mis obras forman parte del patrimonio de mi ciudad natal y están en las colecciones de los dos institutos plásticos más importantes de la misma, y por supuesto es un honor también que exista una obra mía en el patrimonio cultural de Villa Nueva.
¿Podés decir que tenés un estilo propio?
Yo creo que sí, pero para comprenderlo o dilucidarlo hay que ver la producción completa, que por los pocos años que tengo es bastante numerosa. En general trabajo por series, las cuales tiene una unidad temática, ideológica y formal.
A modo de ejemplo, en lo pictórico pueden mencionarse como características constantes el carácter figurativo de la mayoría de las imágenes, el punto de vista y el encuadre a la hora de elegir la composición, los fuertes cambios de tamaño en las escalas por una perspectiva exagerada por el punto de vista, son constantes las imágenes de manos, pies, y objetos que ocupan la mayor parte de la composición.
¿Cómo encarás tus obras sabiendo que van a competir en salones?
Siempre trato de que supere todas las producciones anteriores, si ya logré cierto aprendizaje o nivel, trato de mantenerlo y agregarle un nuevo plus.
¿Cuáles serían tus influencias más relevantes?
De los famosos “referentes” no podría darte uno. Me gusta ver obras de todo tipo, si se trabaja con imagen se aprende de la imagen, creo que hay que ver, ver y ver (con hacer no alcanza).
No hay que dar por sentando que algo es bueno por ser de alguien, hay que evaluar cada caso. No podría darte un nombre ni de una obra, la misma persona puede hacer cosas geniales en un momento y grandes porquerías en otro (ups! se me escapó… jaja!).
¿Cómo evaluás la producción artística que se exhibe en Villa María?
Hay un conservadurismo demasiado arraigado, que no permite emerger otro tipo de prácticas artísticas más contemporáneas. Pintura, escultura, dibujo y grabado es una parte y sólo una parte de las artes plásticas.
Hace falta leer un poco más sobre teoría del arte, no historia, teoría (y teoría no tan romántica, creo que a Villa María le hace falta un poco de desencanto). La frase más común cuando le preguntás a alguien sobre una obra es “yo de arte no sé nada”. Creo que esto tiene que ver con todo el misticismo que carga algo considerado “arte” o alguien considerado “artista”, en fin ¿qué es el arte? Sobre eso creo que hay que informarse, sobre las discusiones actuales acerca del tema.
¿Creés hay mucho potencial en los jóvenes?
Supongo que hay de todo, conozco pocos estudiantes de bellas artes de esta ciudad.
¿Qué creés que le faltaría a nuestra ciudad en ese aspecto?
Estoy muy agradecida de cómo me recibió Villa María, sin ausentarme por completo, estuve viviendo 5 años en Córdoba durante el cursado de la carrera. Confieso que me vine con un poquito de "cuiki", pero todo se fue dando: abrí mi taller a comienzo del año pasado, me hicieron varias notas en periódicos y revistas locales, gané dos premios, empecé a dar clases, cinco de mis alumnitos más chiquitos fueron premiados en el concurso de pintura de Villa Nueva, una de mis alumnas del taller de adultos quedó seleccionada para la muestra “Villa María Tradicional y Moderna”, vendí obras, fueron muchas gratificaciones las que me dieron mis alumnos y mi ciudad. Me sentí mucho más contenida y se dieron más oportunidades de las que esperaba.
Está bueno que haya salones, eventos, inauguraciones, creo que se le está dando mucha importancia a las actividades plásticas y yo lo he notado mucho desde la gestión del Bonfiglioli con actividades como “Museo fuera del museo”, por ejemplo.
No sé si le falta, esto es muy personal, pero yo le pondría un poco más de clima alocado, más happening, instalación, performance, movimiento, color, sonido, tacto, obras híbridas que no entren en las clásicas categorías de pintura, escultura, grabado, prácticas que interaccionen con el público, que lo busque y seduzcan, que lleguen y hagan partícipe a quien las mira, que descoloquen. Las salas del museo están vacías fuera de los días de inauguración al igual que las galerías, creo que se necesita algo con más actualidad, más ritmo, que el arte salga del museo, se meta en las calles, que no se pueda creer que “eso” es arte, mover los límites, con algo más que un cuadro en una pared, a mi todo tan clásico me aburre, pero es personal.
También un espacio para discutir el estado y condiciones del arte es siempre algo bueno, el diálogo es algo bueno.
¿Qué proyectos tenés en cuenta para este año?
Para el 2012 tengo pensado seguir con mi taller y dictando clases particulares, también tengo una propuesta para dictar dos talleres de pintura foto-realista en Córdoba y para julio está el proyecto de dar un taller de pintura para niños, también en Córdoba. Estoy trabajando en la tesis de la Licenciatura en Pintura, y espero recibirme este año.


"La vida es cuento"

Hoy sigue el ciclo de narración oral en laBiblioteca Popular y Municipal Mariano Moreno.
En el espacio denominado "Mil y una noches en la biblioteca", se presenta esta vez el porteño Juan José Decuzzi con el espectáculo "La vida es cuento".
El encuentro se iniciará a las 22. Se recordó que hay ambiente climatizado y entrada libre y gratuita.
El martes venidero será el turno del español Miguel Fo, y el cierre será el 7 de febrero con Alicia Perrig.