Antes, mucho antes que cerrara la cuarta luna Peteco Carabajal se acercó a la sala de conferencia para hablar con los periodistas que lo esperaban. Con Mariana Carrizo y con una predisposición muy buena, respondió a todas las preguntas y dejó más de un título.
Era una constante hablar de la lluvia y de saber que se iba a presentar ante poco público por lo que una de las preguntas fue sobre sus sentimientos de volver nuevamente a Cosquín. “Siempre es grato volver a Cosquín porque es un escenario al que le tengo muchísimo cariño, mucho respeto y todo lo que se vive acá en la ciudad, durante el día, el encuentro con mucha gente que la ve aquí nomás, eso es muy válido. No es sólo el escenario sino todo lo que se vive”.
Todo el mundo sabe que Peteco cambió la forma de componer y de presentar sus temas a través de los años, por lo que dejó en claro que “mi forma de componer se puede decir que fue cambiando en algunos aspectos como en el musical con un mayor conocimiento y que a la vez hace que cada vez me remita más a lo esencial. Hago esta aclaración porque me doy cuenta de que muchos imaginan cosas de mí y yo, por ejemplo, una nota o dos notas bien resumidas que tengan intensidad musical me dan más satisfacción con el paso del tiempo que a los 25 años cuando surgieron mi mayoría de temas conocidos, ahí era más explosivo, buscaba más vericuetos a la melodía”.

Sinceridad extrema

Luego que dijera que “hace un tiempo que lo que se difunde no es folclore”, una de las preguntas más interesantes tuvo que ver con una supuesta rockización del folclore en palabras de Juan Falú. “Cuando opino cosas que tienen que ver con la palabra folclore, siempre dejo en claro que yo mismo no hago folclore y nadie hace folclore. Por ejemplo, uno hace una zamba hoy, esa zamba puede correr diversas suertes pero supongamos que saco una zamba y la graban otros grupos y se escucha, pero dentro de dos años se deja de cantar y ya se olvidan dentro de diez años.
No se puede considerar que por ser zamba eso sea folclore. Si ese tema en 50 años sigue en la memoria popular, sigue viviendo entonces ahí recién se puede hablar que pertenece al folclore de algún lugar, de su aire, de su espíritu. Tal vez Mariana Carrizo sea lo más cercano al folclore, porque hace coplas antiguas e improvisadas, le surgen de su sabiduría, no lleva ritmos convencionales”.
“Creo que la discusión no debe ser si se lleva la sonoridad para el lado del rock, para mí lo más peligroso es la ambición y la visión que tiene el artista de pegar un éxito.
Esa es la debilidad de muchos hoy en día y ahí está el problema”, fue una de sus últimas respuestas.
Folclore o no, más cerca de lo primero que de lo segundo a las 5 de la mañana la gente que lo vio no sabía de estas respuestas, pero no le importa.
Para ellos es uno de los referentes del género y se lo hicieron sentir.

Juan José Coronell