Cuando en los primeros días de octubre la prepaga “Mediterránea Salud” cerró sus oficinas en Villa María, sumida en un profundo proceso de quiebra, el desamparo para varias decenas de personas de la ciudad y región adquirió un matiz más que preocupante.
La falta de cobertura de salud de los afiliados, la mayoría con enfermedades crónicas, tomó por sorpresa a muchos de ellos.
Con muchas necesidades y avanzada edad, un gran número de los afectados no atinaron en accionar para, al menos, defenderse legalmente.
Esteban González (foto) no entra en este grupo. El joven de 32 años, disminuido visual, lleva iniciado un recurso de amparo y una demanda contra la prestataria de salud cordobesa.
“Mientras la empresa no quiebre totalmente, los que éramos afiliados podemos accionar legalmente”, enfatiza el muchacho que se ha planteado como objetivo contactarse con todos los que recibían los servicios de la prepaga en bancarrota y brindarles información.
“Somos muchos, pero me cuesta bastante ubicar a las personas que estaban afiliadas a la mutual. Con los que pude hablar me comentaron los problemas graves que tienen”, referenció el consultado por este medio.
“Nuestros derechos valen, debemos hacerlos respetar ante la Justicia, yo lo hice y me ha ido bien”, destacó González.
“La gente que quiera comunicarse conmigo puede hacerlo a los teléfonos 4523027 ó 154280853. Si quieren hacerlo a través de Internet, mis correos electrónicos son: eg_vm5900@hotmail.com y estebangonzalez@hotmail.com”, informó el joven.

@Un largo camino

Padeciendo artritis crónica reumatoidea desde su nacimiento y uveititis a partir de los 25 años de edad, Esteban viene luchando diariamente por mantenerse saludable.
Vale decir que González, diariamente y de por vida, debe consumir una droga denominada ciclosporine. El medicamento se expende a 1.060 pesos por caja de solución bebible en su versión de 50 mililitros.
Sin este remedio el muchacho pierde ostensiblemente su agudeza visual con todo lo que esto implica.
“Una vez, por este tema, estuve 36 días sin las drogas y quedé completamente ciego. Fue terrible”, recordó el entrevistado.
Además de su visión, Esteban necesita operarse de vesícula y de una hernia umbilical. Evidentemente, el cuadro de situación en que se encuentra el vecino de esta ciudad no permite que esto sea abordado con éxito, al menos en el corto plazo.
“Muchos de los afiliados son pacientes de avanzada edad y hasta algunos con problemas oncológicos. Necesitamos atención urgente”, subrayó el hombre que aboga por una solución al dilema que padece el grupo de beneficiarios.