Una reunión entre el intendente Eduardo Accastello y el cura párroco de la iglesia Catedral José Pedro Luchesse, sirvió para definir una serie de acciones que se seguirán para realzar arquitectónicamente la Gruta ubicada junto al club Almagro y a metros del Monumento al General José de San Martín.
“En dicho lugar se realizarán tareas de reparación integral, que incluyen la remoción de baldosas y pisos, así como la incorporación de nuevas luminarias, el ordenamiento del espacio físico y tareas de hermoseado”, se indicó en un comunicado oficial.
En el parte se agregó además que “durante los próximos días una comisión encargada de la restauración de la Gruta entregará un proyecto de mejoras, que será trabajado de manera articulada con la Subsecretaría de Obras Públicas del municipio para así poder concretar las tareas”.
Junto a Accastello y el padre Pedro participaron de la puesta en marcha de la idea el legislador provincial Héctor Muñoz y el presidente del Ente Turismo y Deporte SEM Marcos Bovo.
Los funcionarios y el representante de la iglesia coincidieron en que el lugar reviste significativa importancia para los villamarienses dada la gran concurrencia de feligreses, al tiempo que valoraron que el espacio es uno de los mojones que ofrece el Circuito Religioso que se ofrece al turismo y que también contempla paradas como Catedral Inmaculada Concepción, el Cristo Redentor, la Capilla San Antonio, la Parroquia La Santísima Trinidad y la Capilla Nuestra Señora de la Merced, en Yucat.
Además, en la reunión se definió que se incorpore a la Gruta una imagen de San Expedito, la cual fue obsequiada tiempo atrás al Ejecutivo local por una familia, para ser colocada en un espacio público de la ciudad.
Luego de la reunión, el intendente señaló que “la Gruta es un lugar emblemático y muy caro a los sentimientos de los villamarienses, un lugar que da testimonio de la fe del pueblo de la ciudad y parte de la vida cotidiana, donde a diario asiste gran cantidad de vecinos”.
La Gruta de Nuestra Señora de Pompeya fue construida en el año 1941 durante la Intendencia de Salomón Deiver, “como agradecimiento a la Virgen que lleva el mismo nombre y que realizó el milagro de curar a su esposa gravemente enferma”.