La noticia más esperada llegó ayer a 80 hogares de familias de Villa María y Villa Nueva, ya que las empleadas de la empresa Guba pudieron percibir sus haberes de diciembre.
La firma es concesionaria de la limpieza en las escuelas y otros edificios públicos. Según argumentaron, el Gobierno de la provincia demoró el pago del servicio y en consecuencia, ellos no pudieron afrontar las negociaciones salariales.
Así fue que las empleadas decidieron realizar retención de servicios, además de movilizaciones en todo el territorio provincial.
Tras las protestas, consiguieron que les pagaran el aguinaldo, pero el salario de diciembre se hacía esperar. Los días se sucedían al igual que las promesas, pero la plata no llegaba.
Finalmente ayer, las 80 trabajadoras pudieron percibir lo que ya se habían ganado con su esfuerzo.
“Sentimos un alivio enorme de poder pagar las deudas de alquiler, alimentos y servicios”, indicó una de las empleadas consultadas.
Ahora, siguen manteniendo cierto temor por lo que sucederá con los haberes de enero. “Siempre habíamos cobrado entre el 10 y el 12. No sé si después de la demora de diciembre, regularizarán la situación o seguiremos con el temor de no saber qué va a pasar mañana”, agregó.
Igual, la alegría de cobrar no empañó su sentimiento de solidaridad, dado que entienden que hay otros trabajadores que atraviesan lo mismo que ellas. “Sabemos de una constructora que tiene a su cargo los arreglos de una escuela en Villa María, no les está pagando a sus empleados por la misma razón, es decir, por la demora del Gobierno en pagar a las empresas contratadas”, dijo.
Otros que están viviendo un panorama similar son los empleados que erigen el edificio del nuevo Hospital, quienes fueron despedidos después que la empresa Riva, concesionaria de la obra, decidió paralizar la construcción por falta de pago de la provincia.
“Creemos que eso es malo para toda la ciudad, por eso nos preocupa no sólo lo que nos pasa a nosotros, que fue bastante grave, sino los que atraviesan la misma situación”, concluyó.