De los pájaros, la convivencia y la educación
Señor director:
¿A quién no le gustan los pájaros? Yo diría que le gustan a la mayoría, aunque siempre está aquel que es la excepción a la regla. Los pájaros aparecen frecuentemente en la literatura, en la religión y en otras expresiones del pensamiento y la imaginación humanas: el Espíritu Santo, la paloma de la paz, el Ave Fénix, el cóndor de Los Andes, el águila calva de USA... símbolos de espiritualidad, de renovación, de paz, de libertad, de nacionalidad. Con estos ejemplos in mente y movida por mi cariño a los animales, es que comencé a procurarles agua y comida a los numerosos pájaros -caseritos, urracas, horneros, palomas y muchos otros- que se reúnen en la plaza de barrio Trinitarios donde resido.
Nunca pensé que esta acción, que considero buena, pudiera despertar la ira de algún vecino pero... estaba equivocada. Quien se opone a ella es el presidente del centro vecinal de dicho barrio, que se ocupa consistentemente de llevarse los tarros con agua hasta el punto que ya no sé de dónde sacar más para no dejar a los pájaros sin el vital elemento, especialmente teniendo en cuenta las altas temperaturas reinantes. El accionar de este señor, sin embargo, no se limita a retirar los envases, sino que ha llegado al agravio de palabra y también gestual en contra de mi persona, algo que no se puede justificar de ninguna manera y menos cuando proviene de alguien que, por el contrario, debería ser el p-rimero en aportar a la buena convivencia entre vecinos.
Cabe aclarar que los demás integrantes de la comisión Directiva del centro vecinal no comparten el accionar de su presidente y así me lo han manifestado algunos de ellos.
Otro importante hecho relacionado con este tema es el cambio de actitud de los niños del barrio, a quienes era frecuente ver con honderas, tratando de matar a las aves. Ellos ahora me ayudan con la tarea de cuidar de ellas y por eso los felicito y me animo a seguir por este camino con todos los animales que no pueden defenderse solos de la maldad del hombre. Es por esto también que decimos que los niños son el futuro; sólo necesitan que se les enseñe y anime en las buenas acciones y ellos responderán positivamente.
¿Será capaz el presidente del centro vecinal de seguir el ejemplo de los niños? Esperemos que lea esta nota y esto le ayude a reflexionar. Si es así, el objetivo estará cumplido.
Edith J. de Allende
DNI F3605602
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