La nota distintiva del arranque de la Copa Villa María, sin dudas, fue la presencia del ahora ex árbitro Héctor Baldassi, el cordobés que llegó a dirigir en un mundial y se dio el lujo de haber pitado en todos los clásicos más importantes del fútbol argentino.
Desde el ‘97, cuando entró al profesionalismo, Baldassi escribió una buena historia dentro del arbitraje, pero el año pasado dijo basta y ayer, disfrutando el acto inaugural del certamen de los pibes, aseguró que su retiro no le dejó dudas.
En diálogo con EL DIARIO, mientras miraba de reojo la comparsa de barrio Los Olmos de Villa Nueva, que hacía de las suyas en el verde césped de la “Placita”, Baldassi agradeció el gesto de la invitación y comentó: “Es un placer estar presente en un torneo tan importante y con tanta convocatoria, aparte por el esfuerzo que hacen para los pibes”.
“Esto es algo increíble, fantástico y me llena de satisfacción y orgullo poder estar presente en semejante torneo internacional”, recalcó.
No fue la primera vez de Baldassi en la ciudad. Lo hizo en contadas oportunidades, aunque cuando todavía era árbitro.
“Siempre que me convocan en toda la provincia, trato de estar presente”, contó.
“Soy un cordobés por naturaleza, por raíces; el paso por Buenos Aires fue circunstancial, siempre lo dije. Allá estaba de paso, no sabía hasta cuándo, entonces, a partir de 2006 decidí volver a vivir a Salsipuedes, aunque tengo amigos en Buenos Aires, donde me quedan recuerdos de haber vivido en la gran ciudad”.
¿El árbitro se prepara como un jugador cuando se va a retirar?
- “Obvio. No es la excepción. No voy a estar más dentro de una cancha; no voy a estar más en los medios, no voy a estar más en esos viajes tan lindos que hacíamos. Y todas esas cuestiones hacen que uno se prepare para soportar el día después, pero con la conciencia y tranquilidad de haber hecho todo el esfuerzo, una carrera muy buena, que me dio la posibilidad de ser alguien en la vida, de conocer el mundo, de vivir de la pelota y estar en un Mundial o en eventos importantes. La satisfacción pasa por ahí, por haber sido considerado. Pero todo tiene un punto final. Busqué el momento justo y ahora disfruto de los recuerdos, de lo que me tocó vivir cuando era árbitro. Ahora trataré de empezar una nueva etapa y de pensar una buena etapa.”
¿Entran ganas cuando ves un partido como el del miércoles, el superclásico que tanto dirigiste?
- “No, no tuve ganas. Uno siempre supo desde que empezó esta carrera que hay un final. Sabía que esto se podía dar así, por decantación, llegó y ya está, a otra cosa. En la vida, el cementerio está lleno de imprescindibles. El fútbol va a continuar. Yo creo que tomé la decisión en el momento ideal porque, aunque todo el mundo te pide a veces que te quedes, es cuando te tenés que ir. Entonces me fui con el reconocimiento del mundo futbolístico, de colegas, de periodistas... Eso es lo que tengo y recuerdo con cariño.”
¿Seguís viendo mucho fútbol?
- “No. El primer partido que vi fue Boca - River el otro día. No vi ningún partido de verano, aparte no era muy consumidor de fútbol. Ahora que no voy a estar en actividad, a lo mejor consumo un poco más.”
¿Te retiraste justo cuando aumenta más la histeria en el fútbol? Porque una expulsión y posterior agresión al árbitro, como se dio con Domínguez, no se daba en los amistosos de verano.
- “No sé si pasa por una cuestión de histeria. Es un debate interesante que habría que analizar a fondo. No soy un idóneo de la materia para saber si pasa de algo de eso o no. Lo que tengo claro es que será un torneo duro el que viene, donde muchos equipos quieren campeonar, donde está el temor de los descensos... Y con la salvedad que se cayeron todos los mitos desde que River se fue a la B Nacional. Eso que porque sos grande no te vas a ir al descenso, se derrumbó, entonces me parece que hay una cierta irracionalidad y a veces temor, dramatismo... Eso le pone algo picante a lo que es el fútbol. Pero hay que saber tener los pies sobre la tierra.”
¿Seguirás ligado al fútbol?
- “Hasta ahora no sé. Vamos a ver, hay propuestas, hay charlas. En febrero, cuando uno retoma las vacaciones y pone en claro todo, voy a ver dónde estoy parado y qué voy a encarar como nuevo.”