Aquí se puede bailar una samba brasileña, mientras comemos un tabbouleh árabe y charlamos con un representante de la comunidad croata. También ver un espectáculo de baile armenio, degustar unos pintxos vascos y tomarse un pisco del Perú. O disfrutar de la música polaca, cantar un candombe uruguayo y mangiare una pasta italiana. Se puede, porque para eso se hace. La Fiesta de las Colectividades, otro clásico del calendario estival, reúne los principales aspectos culturales de diferentes naciones del mundo, y los sirve directo al pueblo. Los integrantes de las distintas asociaciones de extranjeros son los encargados de montar el obsequio. Lo auténtico del asunto, entonces, brilla por su presencia.
Durante seis días, Alta Gracia se convierte en el epicentro de la música, la danza y la comida internacional. A eso se le agregan algunos de los artistas más populares del país, y la faena queda rematada. Este año, el evento dará comienzo el próximo martes, culminando el domingo. Será la 25º edición. Bodas de Plata, para festejar rodeados de mundo.
Por segunda vez desde su nacimiento, la cita tendrá lugar en el Predio del Ferrocarril, ubicado sobre Avenida Irigoyen. Reposa allí el escenario principal Milo Morcillo, epicentro de la fiesta. Sobre él desfilarán las distintas colectividades, con sus instrumentos, sus melodías, sus bailes tradicionales, sus atuendos, su sal y su destreza. Una veintena de carpas escoltan el show, ofreciendo comidas y bebidas típicas. Una veintena de naciones, brindando lo mejor de su cultura. Desde Irak hasta Estados Unidos. Desde Cuba hasta Irlanda.
Pero sin dudas, los platillos más convocantes los siguen protagonizando las estrellas de la música. Grupos y solistas que se reparten el cartel por velada, con lo que las seis jornadas quedan bien cubiertas. Con un estilo similar al de nuestro Festival de Peñas, Alta Gracia toma algo de la música autóctona, y le imprime una buena dosis de números contemporáneos. El híbrido viene dando sus frutos desde hace varios años.
En ese sentido, la grilla 2012 destaca con nombres como Los Nocheros y Abel Pintos (el martes 31), Vicentico (miércoles 1º), Soledad (jueves 2), Marcela Morelo (viernes 3) y Axel (sábado 4). El domingo 5, el gran final lo engalanará Ricardo Montaner. Nacido en Argentina, criado en Venezuela y residente en Estados Unidos, el cantautor de alguna manera representa el espíritu de la fiesta.

Fuera de programa

El espectáculo comienza cada noche a las 22, y termina a altas horas de la madrugada. Para el resto del tiempo, Alta Gracia invita a caminar por sus calles de aires serranos, y disfrutar de uno de los legados histórico-culturales más importantes de Córdoba.
Sobresalen sitios como El Tajamar (el dique más antiguo de la provincia y corazón de la localidad) y su torre, o la casa donde el Che Guevara pasó su niñez, hoy convertida en museo. Pero sobre todo, la Estancia Jesuítica, un icono provincial construido en el año 1659, y que junto con la lindera Parroquia Nuestra Señora de la Merced, es Patrimonio de la Humanidad. La oferta natural aparece representada en el arroyo Chicamtoltina, tributario del río Anisacate, y los suaves paisajes de montaña que ofrece el Valle de Paravachasca.
Antes o después del baile, la comida y la bebida, el paseo se presenta como un complemento perfecto.

Ruta alternativa: Cóndores, condoritos y demás

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El peregrino impertinente

Se llama Parque Nacional Quebrada del Condorito, y está ubicado en La Pampa de Achala, en la zona de las Altas Cumbres. Por lo sugerente de su nombre, muchos creen que allí habitan personajes como Garganta de Lata, Cone o Ungenio. Tremenda desilusión se llevan los pobres al ver bichos de extensas alas remontar los cielos. “Me recorrí 5.000 kilómetros para ver a la Yayita, que está más buena que comer con la mano, y me encuentro con esto. Me hubieran avisado y me iba a la pajarería que está a la vuelta de mi casa”, comenta sumamente ofuscado Ramón. Venido desde Lima, este fanático de la historieta creada por Pepo blasfema el malentendido.
Pero más allá del enojo de nuestro amigo peruano, el lugar es una maravilla. Un área que nutre a las Sierras Grandes de alicientes, con el vuelo de los cóndores enalteciendo el paisaje montañoso. Fue creado en 1996 “con el objetivo de conservar la biodiversidad y las cabeceras de cuencas hídricas de la región”, según aseguran desde la Administración de Parques Nacionales, entidad a cargo del espacio.
Desde entonces, ve acrecentar año a año el paso de miles de turistas. Visitantes que quedan rechonchos de naturaleza. Son casi 40 mil hectáreas cargadas de postales, que además del avistaje, permite realizar un buen número de caminatas. A más de 2.000 metros de altura, el espectáculo que regala no tiene precio. Amén de lo bonito de la frase, la realidad es que... sí, bueno, la entrada cuesta 10 pesos.
Además de cóndores, el único Parque Nacional de la provincia acoge especies como lagartos verdes, culebras alistadas, zorros colorados, pumas, águilas moras y aguiluchos, entre muchas otras. Semejante diversidad no hace más que realzar su belleza. No lo piensa así Ramón, quien todavía espera que después de que alguien cuente algún chiste, un tercero se caiga inexplicablemente hacia atrás y haga ¡Plop!