Tras el encuentro que protagonizaron el experto en seguridad internacional, Leonardo Gleser, y el intendente Eduardo Accastello (estuvieron también presentes el intendente Omar Tavella junto a funcionarios universitarios y municipales), desde la Federación de Entidades Argentino Arabes de la provincia de Córdoba (Fearab), dieron a conocer su profundo malestar y enérgico repudio a la visita del empresario nacido en Alto Alegre.
"Mientras el Estado argentino brega por la incorporación de Palestina a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el intendente de Villa María rinde honores a un sionista que encuentra en el terrorismo internacional el mejor campo para su siembra", consideró la Fearab a través de un comunicado al que tuvo acceso EL DIARIO.
Para los integrantes de la Federación, Gleser es un "conocido mercader de armas" que cumple funciones para el terrorismo sionista escudado en una empresa de “seguridad” con central en Israel.
"Gleser es un especialista en reprimir al pueblo palestino y en la desestabilización de gobiernos como en el caso de Honduras.
Este personaje radicado en Israel, reaparecido hace unos pocos años por Córdoba está acusado en Perú de negocios corruptos por la venta de pertrechos de guerra con sobreprecio durante el Gobierno de Alan García, según reporta el prestigioso periodista Yossi Melman en el diario Haaretz de Israel del día 3 de junio de 2010", puntualizan los autores del manifiesto.
Según aseguran, el especialista en seguridad, "está siendo investigado por la Justicia ante las graves denuncias que, entre otras consecuencias, oportunamente produjeron la renuncia de la ministra del Interior. (http://idl-reporteros.pe/tag/leonardo-gleser/)".
"El hombre se blanquea como gestor de la seguridad de olimpíadas y grandes eventos internacionales. Pero en realidad su negocio es otro", expresan los redactores del escrito.
En otro párrafo del texto, rubricado por los miembros de la Fearab se puede leer que "el ‘ilustre visitante’ recibido con honores por Accastello, a través de su empresa International Security and Defense Systems (ISDS) opera desde 1980 en Honduras, adonde llegó con el fin de adiestrar a militares de ese país en la lucha contra la guerrilla. Desde entonces, ISDS permanece en el país centroamericano donde participó junto al Servicio de Inteligencia israelí (Mossad) en el golpe de Estado contra Manuel Zelaya".

Negocios encubiertos

"Para la empresa sionista que fundó el ‘pueblerino’ hombre de Alto Alegre, el negocio de la seguridad no son los delitos, sino la fabricación de los mismos. O sea, primero ganan inventándolos: por ejemplo, mediante un golpe de Estado. Y luego ganan reprimiéndolos: por ejemplo, entrenando militares", acusan los suscriptos.
Aportando un dato más que lapidario, los denunciantes afirman que "el escuadrón de Inteligencia que la ISDS formó en Honduras está denunciado en el secuestro y desaparición de 191 personas. Gleser es el responsable principal de semejantes crímenes de lesa humanidad (http://www.aporrea.org/internacionales/a84154.html)".
Por último,el comunicado de la Fearab Córdoba pone sobre el tapete una serie de de interrogantes.
“¿Qué hace el sionista Leonardo Gleser en Villa María? ¿Por qué motivo el intendente Accastello lo recibe con tantas pompas, si el visitante no representa más que a una empresa privada que ‘supuestamente’ no invierte en esta región?”, preguntan en el texto.
“¿Qué trae Gleser? ¿La experiencia de los ‘colonos’ israelíes que arman sus emprendimientos en tierra manchada de sangre palestina? ¿Viene a exportar su experiencia colonial? ¿O viene a negociar algo? ¿Accastello desconoce quién es Gleser? ¿Por qué en los últimos años varios funcionarios de la Municipalidad de Villa María viajaron a Israel como ‘invitados’?”, proponen entre signos interrogativos los ideólogos del comunicado.
“Estos personajes, como el ‘experto’ en seguridad internacional Leonardo Gleser, no llegan porque sí a estas pampas de la fertilidad y el agua pura transparente. No pierden tiempo en visitas protocolares”, argumenta además la producción divulgada por los nucleados en la Federación.
“Qué lejos quedó aquella imagen en que las comunidades judías y árabes de la ciudad de Villa María plantaban en Plaza Independencia el Olivo de la Paz con la presencia del embajador de Palestina”, redondearon para concluir los responsables de la misiva.