Escribe:
Rubén Ruëdi*

Hoy 4 de febrero cumpliría 79 años el padre Hugo Salvato, referencia insoslayable de la solidaridad, la bondad y la mano tendida al prójimo.
En la quinta San Ignacio de Villa Nueva, donde vivió desde 1985 hasta el final de su vida, entre el silencio de la arboleda se siente su presencia.
A medida que el tiempo transcurre, desde aquella triste noche del 17 de marzo de 2006 cuando se hizo eterno, su obra y su ejemplo crecen hacia la dimensión de los grandes hombres y las grandes causas que toda comunidad necesita de manera imperiosa como un bruñido espejo donde reflejarse.
Se lo extraña a Salvato. Las calles de Villa María y Villa Nueva, que cada mañana recorría juntando ayuda para los que menos tienen, parecen vacías, sin alma, cuando uno las transita pensando en él. Ya no existe el furgón con su lateral que decía: “Un pan para tus hermanos. Quien da, recibe”. También ha callado el bullicio de los niños jugando, cuando su pródiga palabra los convocaba en torno a la humilde casa.
El padre Hugo fue una luz que derramó virtudes a lo largo de los cuarenta años que permaneció en esta pampa del viento, segando con sus propias manos el abundante trigo, para amasar el pan en tantas mesas ausente.
Supo construir la alegría desde la esperanza… Y la esperanza desde la prédica con el ejemplo. Pensó y mostró un mundo nuevo y posible, donde todos caminaran a la par hacia la concepción humanista de la igualdad, la justicia y la paz.
¡Vaya si se lo extraña a Salvato!... La incomprensión y las pequeñas miserias humanas expresadas en el egoísmo, ahondan el vacío que dejó su ausencia. Pero es imposible soterrar la memoria. Más aún cuando ésta anida en la profundidad de cada ser. Y Hugo vive en lo más hondo del alma de todos aquellos y todas aquellas que a su lado encontraron un bálsamo para sus dolores, una palabra de aliento ante el desánimo, un haz de luz cuando las sombras precipitaban la caída… Un trozo de pan, cuando el ayuno era casi cotidiano.
Hoy cumpliría años el padre Hugo Salvato. Cada uno de los que supimos de su grandeza, de su ancha amistad, de su corazón esparcido en los demás, desde la vida y silenciosamente le agradecemos haber existido.

*Escritor, historiador