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La Peña de la Agrupación Folklórica luce repleta todas las noches festivaleras |
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En tanto la esencia que hizo al Festival de Peñas uno de los más reconocidos del país agonizaba en el escenario mayor del Anfiteatro, el rito peñero volvía (por una noche más) a demostrar que lo que busca la gente es encontrarse con sus raíces, con la música, comida y bailes autóctonos.
Prueba de ello, fue lo sucedido en la noche del viernes, no sólo en el espacio que la Agrupación Folklórica Villa María ha dispuesto sobre avenida costanera (al que le dedicaremos nuestra atención), sino en cada uno de los reductos donde se plantó un patio con peñas.
A pocos minutos de comenzar el sábado y mientras que en el “Festival de Festivales” sonaban los inclasificables “Coholins”, en el absolutamente repleto ámbito peñero de la Agrupación Folklórica la emoción hacía estragos entre los espectadores al evento.
Es que sobre el tablado, 10 niños (de entre 8 y 11 años) que integran la agrupación “Anay Piuque”, de La Playosa, impecablemente caracterizados como gauchos y paisanas, pusieron todas sus ganas para bailar un gato y luego una chacarera.
Tras el merecido aplauso, fue el turno de otros bailarines más pequeños que mostraron sus destrezas en el huayno y un gatito. El público, atento y agradecido con lo brindado, pagó con prolongados aplausos cada cuadro.
De yapa y para redondear, cuatro pibes playosenses hicieron temblar el escenario con un vertiginoso malambo que obligó al público a aplaudir de pie.
Sin dejar enfriar a la audiencia, el villamariense Alejo Fernández (8 años) y su baile junto a los diminutos artistas de los “Aromitos” con sus chacarera y escondido, completaron la escena ante la intensa aprobación popular.
Y si quedaba alguna duda de la preferencia de la gente, los “Ponchos Rojos” (uno de los excelentes grupos que la organización de la AFVM nucleó en su programación peñera) aclararon la situación haciendo bailar a la gente con su repertorio de ultraconocidas producciones del cancionero popular.
El conjunto liderado por el "Negro Cacho” Ferreyra (ver recuadro), interpretando “La Cerrillana”, “Chacarera del rancho”, “Juan de la calle” y “Angélica”, entre otros temas, le imprimió fervor a una noche más que agradable para los amantes de la música nacional.
Las parejas revoleaban sus pañuelos, zambas, chacareras y sonaban más fuerte, claro. La madrugada del sábado había llegado…
Lejos, muy lejos, en el coloso techado, los de Kapanga rendían tributo a Carlos la “Mona” Jiménez.
Cerca, muy cerca, en las afueras del “Anfi”, miles de personas reconocían a cada uno de los artistas que, desde cada Peña, regalaron al público lo que mejor saben hacer.
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