Tal como se lo había aconsejado la jueza de Río Segundo el viernes pasado, los trabajadores de la empresa Bicupiro de Oncativo se hicieron presentes ayer en la fábrica, pero no les fue posible ingresar al establecimiento para cumplir con sus tareas.
El interventor Carlos Durán, que llegó al lugar acompañado por un oficial de Justicia, les negó la entrada argumentando que era necesario realizar un inventario para presentárselo a los socios en una asamblea y así decidir el destino de la fábrica.
Hasta el establecimiento también llegaron el contador y el administrador de Carlos Lurgo, que es quien actualmente alquila Bicupiro.
Ante la imposibilidad de ingresar al establecimiento, los trabajadores de Bicupiro permanecieron en la puerta de la fábrica hasta que se retiraron estas cuatro personas, alrededor de las 13 horas, para impedir que se retiren herramientas o maquinarias de trabajo, es decir, para evitar el vaciamiento.
Hoy, a las 11.30, en el Ministerio de Trabajo de Córdoba se retomará la audiencia conciliatoria que pasó a un cuarto intermedio hace quince días. A dicha audiencia están convocados el interventor Durán, Lurgo por la empresa, y asistirán por los trabajadores el secretario General de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Córdoba, Augusto Varas, y los abogados del gremio Jorge Sánchez Freytes y Juan Franco.
Mientras se escribe este nuevo capítulo en la historia de Bicupiro, los trabajadores se dividirán para acompañar a Varas y a los abogados a la audiencia, y para continuar la guardia frente al establecimiento.
Sebastián Bussano, uno de los empleados de Bicupiro, informó que los vecinos los socorren en la tarea de vigilar que del establecimiento no se saque nada y les informan sobre cualquier movimiento extraño que se produzca.
En medio de todas estas idas y vueltas, los trabajadores aún no percibieron sus haberes de diciembre, enero, aguinaldo y vacaciones.