En setiembre de 2000, los países integrantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) suscribieron la denominada “Declaración del Milenio”, documento diagnóstico que identificaba un conjunto de desafíos planteados en distintas cumbres y conferencias a partir de la década del ‘90.
El manifiesto se constituyó como la base de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), un conjunto de ocho metas cuantificables que deberán alcanzarse en 2015.
En Argentina y a instancias del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (CNCPS), se incoroporó un noveno propósito orientado hacia la promoción del trabajo decente.
Según se referencia desde la UNVM, en abril de 2011, durante el 65º Plenario de Rectores del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) que sesionó en Villa María, se aprobó una declaración de apoyo a las actividades que lleva adelante la comisión Interinstitucional de Seguimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, instrumento dependiente de la CNPCS.
En el último año, los claustros de la Universidad Nacional de Villa María propusieron una vasta agenda que incluyó propuestas de formación, ciclos de capacitación en múltiples disciplinas y campañas de concientización de alto impacto.
Se enfatizó no sólo en el mejoramiento de las condiciones del alumnado, favoreciendo su permanencia y continuidad dentro del sistema, sino también en una mayor interrelación con el medio.
Destacable fue también la labor que llevaron adelante los distintos equipos de investigación de la Universidad Nacional de Villa María, atentos a las necesidades y problemáticas de un entorno que les interpela soluciones para una mejor calidad de vida.
Desde este afán por generar conocimientos derivaron proyectos inéditos de participación ciudadana e inclusión social, surgieron trayectos de formación tendientes a comprender las infancias y a promover el desarrollo de la economía social e, incluso, se han experimentado alternativas ambientalmente sustentables como el montaje del auto eléctrico y la producción de cultivos no tradicionales para la elaboración de biocombustibles.
Otro aporte distintivo lo realizó el claustro estudiantil. A través del Programa Voluntariado Universitario que impulsa y financia la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU), la UNVM desplegó un conjunto de actividades en instituciones y sectores de la ciudad. Los proyectos incluyeron asesoramiento económico a cooperativas, prevención en salud y la edición de publicaciones ideadas por alumnos de los centros educativos de Nivel Primario y secundario para adultos.