Desde que primero Daniel Passarella y luego Marcelo Bielsa no se animaron a poner dos “torres” en el ataque, cuando conducían el seleccionado argentino, se agigantó la discusión por el tema.
Hay quienes desmitificaron aquella premisa de dos técnicos reconocidos como los mencionados. Y ahora Miguel Angel López, DT de Alumni, demuestra que se pueden juntar dos grandotes en el ataque, tranquilamente, dentro de una fórmula de éxito que pareció encontrar en el equipo.
A fin de cuentas, Alumni lleva “dos partidos y medio” sin derrotas, con un par de victorias al hilo en Plaza Ocampo. Y en ese lapso, se plasmó como nunca la relevancia de Víctor Rena y Marcos Godoy, quienes superan el metro ochenta de estatura, aunque sin la torpeza en el manejo de la pelota que suelen tener otros atacantes.
En su primer partido como titular en la temporada, Rena anotó un gol de cabeza que sirvió para ganar ante Libertad de Sunchales, en el último partido de 2011. Luego llegó Godoy, quien superó las expectativas en Tucumán, clavando dos tantos en el empate “sin definición” ante San Martín, en La Ciudadela. Y este martes por la noche, los dos atacantes volvieron a afinar la puntería. Rena metió el primero, luego que el arquero de Sportivo le desviara el penal, y Godoy convirtió el segundo, también con cierta participación del arquero Rodrigo Barucco.
Lo bueno es que ambos celebraron juntos, formando una química interesante, más allá que el “Zurdo” López después mandó a la cancha a dos delanteros con características diferentes, como el habilidoso Diego Manicero y Lucas Gómez, quien por ahora es el goleador del equipo, con cuatro tantos.
“Que podamos convertir nos da confianza a los dos, pero también al equipo, por lo que significa que los delanteros definan”, reconoció ayer Rena, quien espera recuperarse para el partido que Alumni jugará mañana, ante Talleres (ver aparte).
El villamariense, no obstante, recalcó que ante Sportivo, lo importante fue que “el equipo tuvo un buen control de balón; se hicieron buenas sociedades del medio hacia adelante y la gente gritaba ole, cosa que hacía tiempo no sucedía”.
“Hubo un cambio -añadió Rena- y se notó porque el equipo está más firme, aunque venía tomando un rumbo desde el año pasado, sólo que ahora se están dando los resultados.”
En cuanto al penal, el delantero comentó: “Siempre pateo así, aunque esta vez le pegué mal, por suerte me quedó el rebote.”
“Fue penal porque yo la quiero colocar a la pelota y aparece la mano del volante (Malandra) que impide la trayectoria de la pelota al gol; hubo dos penales más que me hicieron y que el árbitro no quiso cobrar, además de uno claro que le hicieron a Rosales y ni hablar el que le cometieron a Gómez.”
Más allá de esto, Rena sostuvo que “Alumni está bien” y que le puede ganar a Talleres en Córdoba.
“Estoy convencido que le podemos ganar; esa es la idea”, afirmó.
Por su parte, Marcos Godoy vivió una noche espléndida, no sólo por el gol fundamental que hizo, sino también porque entró en un selecto grupo histórico de Alumni: la hinchada coreó su nombre en el primer partido que jugó en Plaza Ocampo, nada menos.
“Estoy muy contento por el triunfo, teníamos que ganar y creo que se hicieron muy bien las cosas”, afirmó el ex Juventud de San Luis, precisamente, culpable de la eliminación del “Fortinero” en la Copa Argentina.
“Necesitábamos ganar de local y creo que el equipo tuvo una buena noche, incluso podríamos haber ganado por una mayor diferencia”, rescató.
En cuanto a la sociedad que armó arriba con Rena, sostuvo: “Jugamos pocos partidos, pero nos estamos entendiendo de a poco, nos ayudamos mucho los dos para acoplarnos a la línea de volantes y tratamos de coordinarnos, cada uno a la espaldas del otro.”
Por último, en cuanto al gol que convirtió, Godoy contó: “No me podía dar vuelta, esperé y ahí pude pasar por la derecha, lo que pasa que la pelota me quedó un poquito más larga, la quise cambiar de palo y por suerte fue gol.”
Por suerte para Alumni, que celebró el martes una victoria resonante, de esas que lo mantienen al equipo en el Argentino A, aunque falte camino por recorrer hasta que se defina la historia.