Si quiere comprar un auto, un lavavajilla, una computadora e incluso una linterna, cárguese de paciencia. Lo más probable es que deba esperar entre dos y tres meses para hacerse del producto.
Las restricciones para el ingreso de productos importados afectó a los negocios locales de distintos rubros como automóviles, repuestos e iluminación, prácticamente en igual medida.
El problema que se genera es que la política de sustitución de importaciones, es decir, la que consiste en fabricar en Argentina lo que se compra en el exterior, aún no está a pleno.
En esta transición, hay artículos que no ingresan de otros países o demora su paso por la Aduana y que aún no se producen en Argentina, lo que genera mermas de ventas en negocios de varios rubros y escasez.
Cabe recordar que el objetivo es que se genere mano de obra y el desarrollo del sector industrial en Argentina.
EL DIARIO hizo un relevamiento en algunos sectores, aunque hay que señalar que son muchos los afectados, desde cosméticos a computación.
En esta nota, le presentamos el panorama que trazaron desde el sector automotriz, el repuestero y el de iluminación.

Autos y repuestos

El rubro automotriz está atravesando un continuo crecimiento en los últimos años. Por lo que, a diferencia de otros, económicamente siente menos el inconveniente. Al menos así lo explica Hernán Ballatore, de Peugeot Le Parc. “La demanda es muy buena. No nos afectó porque la gente sigue comprando, por supuesto, con la debida explicación de la demora con la que va a tener el auto. Se molestan, pero lo entienden”.
Tiempo atrás, cuando un vehículo tocaba Aduana, demoraba siete días en llegar a las concesionarias. Hoy, como mínimo 60. “En nuestro caso, todo lo que llega de Francia queda en el puerto, y lo que viene desde el Mercosur, se demora en Aduana por la documentación. Pasa que donde antes había diez personas firmando papeles, hoy hay dos”, dijo.
Por último, afirmó que más allá de contar con un stock permanente de unos 80 autos, de todas formas la entrega en tiempo razonable se hace dificultosa.
Distinta suerte corren aquellos cuyo negocio se sustenta en la venta de repuestos para automóviles. Desde Marcelo Cima Repuestos y Multimarcas aseguran que “no hay nada“.
“Nos afecta mucho porque pierdo de vender repuestos de autos muy usados, y el stock no da abasto. Por ello, estoy vendiendo un 40% menos que hace cuatro meses“, asegura su dueño.
Como agregado, la alternativa que significa utilizar marcas nacionales “no es vista con buenos ojos por los clientes, además de que son más caras“, cierra.

Sin producción nacional

Los productos de iluminación y electricidad presentan mayores problemas. “Directamente no hay producción nacional. No existen marcas alternativas porque no se fabrican acá. Por ejemplo, algo tan básico como una lámpara bajo consumo“, grafica Pablo Pandolfi de FEMA Electricidad.
Más allá de eso, no sufren la incapacidad de abastecer a sus clientes debido a que la anticipación a los hechos les permite contar con “un gran stock de seis meses adelantado, pero que nos significó una inversión importante“.