|
|
|
|
|
|
|
Riaño, autor del gol que le dio la victoria a Talleres, aguanta la pelota ante la marca de Lencinas. Alumni aún no puede sumar ante la “T” en el “Cható” |
|
|
|
|
|
Escribe: Juan Manuel Gorno
(enviado especial)
Como un karma que tiene incorporado desde que se lo cruzó en el Argentino A, Alumni no puede con Talleres ni siquiera cuando la noche se le presenta favorable, como tantas otras veces en el estadio Mario Alberto Kempes.
Será por una cuestión de mentalidad, de coraje o inteligencia… Habrá que ver… De una u otra forma no se puede entender cómo el equipo villamariense, que venía de tres buenos partidos consecutivos, salió del mítico “Cható” con las manos vacías, luego de caer 2-1 ante un Talleres que resurgió desde la capacidad de Claudio Riaño para desnivelar y definir, cuando su equipo tenía un hombre menos.
No es la primera vez que pasa, aunque anoche resultaba más perceptible la sensación de ganar por parte del equipo fortinero, sólo que para ello, debió tener una mayor contundencia y no dudar en defensa siquiera un segundo. Ambos aspectos finalmente no se pudieron ocultar.
Después de un inicio dubitativo, en el cual su rival intentó tener el dominio, Alumni encontró juego en el medio y colaboración de los delanteros para recuperar la pelota, aunque hasta los 20 minutos, el partido no brindaba nada emocionante. Después avisó Talleres con un cabezazo de Sebastián Sáez que el arquero Sebastián Hernández desvió al córner. También tuvo una chance Riaño después de un despeje del arquero.
No obstante, la más clara fue de Alumni, cuando Sergio Zanabria habilitó a Juan Aimar y el remate del “Zapallito” finalmente fue defectuoso, entrando por derecha.
Talleres quiso tener más agresividad en el arranque del complemento y eso lo llevó a ponerse arriba en el marcador, aunque todo nació de un error en la defensa villamariense para sacar la pelota desde el fondo.
Tiempo de goles
A los 2 minutos, Sáez finalmente se hamacó de espaldas al arco, por izquierda, y alcanzó a darse vuelta para tocar atrás. Hernández se vio sorprendido, Rosales no llegó y Fabio Alvarez sólo tuvo que empujarla por detrás de todos para establecer el 1 a 0.
La euforia de los casi 20 mil hinchas de Talleres intentó contagiar a sus jugadores, pero el conjunto villamariense tuvo reacción y el técnico Miguel Angel López intentó algo diferente para profundizar el juego con el ingreso de Diego Manicero.
Por esos instantes, el elenco del “Zurdo” tuvo firmeza en el mediocampo y movilidad en sus delanteros. Y esto se reflejó cuando Víctor Rena apuró al defensor Nicolás Trulls para quitarle la pelota en la salida y encarar hacia el arco. Pero el delantero fue bajado antes de pisar el área y el árbitro mendocino, Fernando Espinosa, expulsó con roja directa a Trulls, autor de la falta.
La jugada fue clave por el final, ya que Manicero se encargó de ejecutar el tiro libre de la mejor manera, concretando una obra maestra con remate al ángulo.
De ahí en adelante, todo estaba a pedir de Alumni, ya que algunos jugadores de Talleres no podían entregarla redonda y eso provocaba reproches de sus hinchas, que veían cómo preocupaba el visitante teniendo la pelota con Zanabria y Bolatti, para buscar con centros hacia Rena y Godoy, quien inquietó con dos remates controlados por el arquero Leandro Requena.
Talleres, con el ingreso del habilidoso Claudio Francés para desnivelar por izquierda (luego del retroceso obligado de Guillermo Cosaro en el lugar que dejó vacante Trulls), debió defenderse como pudo, pero nunca dejó de pensar en el arco de enfrente. Y menos con Riaño en la cancha.
Así, después de un mal pase de Aimar a Zanabria, vino el contragolpe, Riaño le ganó con velocidad a una dormida zona central de la defensa fortinera y la jugada terminó en gol del local, para el delirio de toda la parcialidad.
El golpe fue letal, ya que envalentonó a los locales para tener la pelota, hacer tiempo y dominar los lapsos desesperados de un Alumni que había dejado pasar su momento.
La figura
Claudio Riaño terminó erigiéndose en el jugador del partido por el gol que marcó la diferencia. En Alumni, bien los volantes centrales, Matías Bolatti y Sergio Zanabria.
El árbitro
El mendocino Fernando Espinosa tuvo personalidad para expulsar a Trulls, como correspondía, por jugada de último recurso. También amonestó cuando debía para no dejarse llevar por las quejas de los jugadores. Cumplió, aunque no convenció.
Otras notas de la seccion Deportes
El peor Agosto de su vida
Argentino, campeón
Jockey no pudo con Athletic
Otra victoria del "Sanmar"
Villa María, subcampeón
|