Pese a que para la presente campaña de la soja se estima una fuerte disminución como consecuencia de la sequía, no deja de ser un dato alentador que esté creciendo a buen ritmo el procesamiento de la oleaginosa, es decir que, en lugar de exportarla a granel, se le agrega valor en el lugar donde se produce para generar divisas y fundamentalmente, mano de obra.
Según los datos que proporcionó el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación la molienda de soja del año 2011 marcó un nuevo récord histórico, al procesar más de 37 millones de toneladas, convirtiéndose así en la segunda mayor molienda consecutiva, al superar a la de 2010 que fue de 36.824.921 toneladas.
La industrialización de la oleaginosa aumentó un 54%, entre 2003 y 2011. Esto permitió que durante el último año se produjeran 28.664.213 toneladas de pellets de soja y 7.113.359 toneladas de aceite.
“Cabe destacar que Argentina cuenta con el polo aceitero más moderno y de mayor envergadura del mundo, cuya capacidad instalada se amplió de 29,6 millones de toneladas en 2003 a 59 millones de toneladas el año pasado”, indicaron desde la cartera agropecuaria. Y agregaron: “Argentina es el primer exportador mundial de subproductos de soja, tales como harina, aceite y biodiésel”. Durante 2011, se enviaron al exterior 25.506.058 toneladas de harina de soja, 5.233.688 toneladas de aceite y 1.673.263,04 toneladas de biodiésel.